En un mundo global como el que nos encontramos, los cambios fluyen a mayor velocidad. Es evidente que la RAE también evoluciona, pero a su ritmo. Con frecuencia estamos viendo un partido de baloncesto y comentándolo en twitter. Hasta hace unos días, algo tan usado como un tuit no estaba reconocido como palabra. Ahora ya sí.

La compleja y rápida evolución del lenguaje –similar a la de la moda– hace que palabras tan usadas hace años como mileurista (persona que percibe un sueldo mensual que se sitúa en torno a mil euros y, generalmente, se considera por debajo de sus posibilidades) se recojan en el actual diccionario, pero su uso ya está denostado. Muchos dirán ahora que ojalá fuesen mileuristas. Los que están de enhorabuena son los aficionados del Barça que ahora ya pueden ser, realmente, considerados blaugranas.

En la semana del comienzo de la Euroliga, las cifras de los grandes equipos españoles (Real Madrid y Barcelona) salen a escena. Ambos equipos pelearán por el cetro continental con un desajuste presupuestario de 36 millones (18 por bando), una apuesta muy ambiciosa que esperan culminar levantando el título en mayo en Madrid.

Andorra volvió a saborear un triunfo en la ACB. Después de quedarse con la miel en los labios la pasada jornada, Navarro –no Juan Carlos sino David– dio la victoria a su equipo con una canasta in extremis. Su víctima fue un Laboral Kutxa que sigue sin levantar cabeza en la competición doméstica –en Euroliga, debutó con victoria– y al que, si no cambian las cosas y algún jugador, se le puede hacer muy larga la temporada.

Unicaja y Bilbao siguen con su racha y se mantienen invictos. La mezcla de juventud y veteranía que ha configurado Sito Alonso en la ciudad vizcaína está dando sus frutos y demostrando que la apuesta económica está apoyada en un buen proyecto deportivo. Por su parte, los malagueños, a pesar de perder a Dragic, muestran su solidez de la mano de Plaza, que ha conseguido devolver la ilusión al Carpena.

El Barça se mantiene líder gracias a su amplio banquillo. Todos rotan y todos aportan, la baja de Satoransky, de momento, no se nota y el joven Hakanson está cumpliendo en los minutos en los que está en pista. Los que lo han pasado algo peor para ganar son los madridistas. No terminan de carburar los pupilos de Laso que, después de sufrir para ganar en Euroliga, pudieron dedicarle a Felipe Reyes la victoria en su partido 600. Eso sí, él también quiso darse su particular homenaje sabiendo lo que mejor hace, dejarse la piel en la pista, jugar al baloncesto y ser, como siempre, decisivo. No hay mejor regalo que anotar la canasta de la victoria.

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Analista Liga Endesa para JGBasket

Foto: ACB Photo / A. Villalba

 

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