Si hace cinco años, cuando jugaba en LEB Bronce, alguien le hubiese dicho a Darryl Middleton (Queens, New York, 21/07/1966) que en 2013 iba a conseguir, a los 46 años, ascender con su equipo a la ACB, quizá lo hubiese visto como algo improbable, pero si algo ha demostrado a lo largo de su carrera es que para él no hay retos imposibles y sigue haciendo historia.
Con 23 años dejó la Universidad de Baylor y, a pesar de ser elegido en el puesto 68 del draft por Atlanta Hawks, cogió las maletas para poner rumbo a Europa. Desembarcó en Turquía, en el Cukurova. Su primera experiencia fuera de sus Estados Unidos no iba a ser fácil, pero su talento quedó de manifiesto esa temporada al promediar 25 puntos y 15 rebotes, aunque lo que más le marcó para toda su vida fue el papel de padre que ejerció su entrenador, Hail Üner, que hizo su vida mucho más llevadera.

Tras dos años en el Arese, de la segunda italiana, Valvi Girona apostó por el pívot norteamericano. Fue su primera etapa en un equipo que cambiaría su vida en todos los sentidos. Un año allí fue suficiente para que todos los equipos ACB se fijasen en él después de ser designado MVP. Sevilla fue su destino y Darryl mostró toda su clase desde el primer día, volviendo a lograr el MVP esa temporada, promediando 23.5 puntos por partido. Su consolidación ya era un hecho y eso no pasó desapercibido para el Barça que decidió apostar por él. Dos títulos de Liga ACB y vuelta al Valvi.

Un periplo de un año en Badalona dio paso a su tercera etapa en Girona. Ya llevaba nueve años en España y era el momento de dar un nuevo salto en su carrera. Panathinaikos era un destino muy atractivo y no lo dudo. Un lustro en Grecia en lo que lo ganó todo, incluida una Euroliga. Volvería a España a su amada Girona, pero antes pasaría una campaña en el Dinamo de San Petersburgo. Eran los años dorados del Akasvayu y, de la mano de Pesic, se alzarían con la FIBA Eurocup.

Los problemas económicos llevaron al club catalán a la renuncia a la plaza ACB y el equipo se inscribió en la LEB Bronce, Middleton fiel a sus principios decidió continuar y no abandonar al club de sus amores en el peor momento. Un año en el infierno para devolver al equipo a la LEB Oro donde, después de tres temporadas, le llegaría su última oportunidad ACB. Las bajas en el juego interior del Valencia hicieron que el equipo taronja se fijase en él y le fichase dos meses para reforzar su plantilla.

La marcha de Girona era transitoria, comenzando la temporada 2011-12 con el Sant Josep. Todo apuntaba a que sería su último equipo, pero Darryl nunca dejará de sorprendernos. En verano recibió la llamada del Lucentum que está confeccionando una plantilla ambiciosa para regresar a la ACB y no se lo pensó. Ahora diez meses después ha conseguido el ascenso. ¿Volveremos a ver sus tiros libres saltando la próxima temporada en la Liga Endesa? Con Middleton todo es posible. Lo que está claro es que cuando decida colgar las botas, volverá como siempre a Girona, más concretamente a Platja d´Aro, a disfrutar de su restaurante (New Orleans).

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista y entrenador superior de baloncesto
Gabinete comunicación JGBasket

 

Foto extraída de la web de www.neworleansclub.com

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