Paso al discípulo

En el mundo del deporte muy pocos saben elegir el momento adecuado para marcharse. El entrenador Smith lo hizo voluntariamente, con la sencillez de la que siempre hizo gala, en el 97 a los 66 años de edad tras batir el récord de victorias de Adolph Rupp, después de 36 temporadas en North Carolina, y dejar la nueva marca en 879, que posteriormente superarían Bobby Knight y Mike Krzyzewski. Convocó una rueda de prensa a la asistieron rivales como John Thompson, exjugadores y la plana mayor de la Universidad con el rector al frente, que le ofreció el puesto que quisiera en el centro para años sucesivos. El propio presidente de los Estados Unidos le llamó para rendirle honores.

La Universidad acusó el golpe y por primera vez en su historia despidió al entrenador Matt Dougherty, alero que había formado parte del quinteto glorioso del 82 y que en su día el bueno de Dean quiso colocar com jugador en el Valladolid de Mario Pesquera, tras un balance horrible de 8-20. Entonces fueron a buscar a Roy Williams, asistente 10 temporadas de Smith, quien a llevaba quince años quedándose a las puertas de la gloria en Kansas. En dos años, en el 2005, Williams volvió a poner a North Carolina en el mapa y recuperó el título en una fase final de excelente nivel y un partido último ante Illinois memorable con Raymond Felton, 17 puntos y 7 asistencias, y Sean May, 26 puntos y 10 rebotes, como jugadores más destacados. Éste, hijo de Scott May, campeón universitario en el 76 con los Hoosiers, había recibido un video de su progenitor en diciembre; el chaval guardó silencio todo el año y lo mostró a sus compañeros durante la Final a Cuatro “Tienes una oportunidad. Nunca olvidarás esta noche si consigues tu meta”, le decía. Smith bajó al vestuario a felicitar a su aventajado alumno, quien después de darle las gracias hizo suyas las palabras que aquel había manifestado tras su primer título en el 82 “En realidad no soy mejor entrenador de lo que era hace tres horas”. Tampoco cayeron en saco roto sus recomendaciones: “Sé tú mismo” “No te ciñas a un estilo o filosofía. Haz que tu estilo o filosofía se ajuste a los jugadores”.

En el 2009 con la sabia dirección de Williams y un equipo excelso, con seis jugadores que terminarían en la NBA, Ty Lawson, Wayne Ellington, Tyler Hansbrough (líder histórico de la Universidad en puntos y rebotes, All America los cuatro años que permaneció en UNC hasta alcanzar su sueño y que tras cada entreno o partido se sumergía 10 minutos en agua a 4 grados), Deon Thompson, Ed Davis, y Danny Green, arrasaron a los Spartans de Michigan State que jugaban como locales en Detroit. Fue el mejor homenaje para un Michael Jordan que había entrado en el Salón de la Fama horas antes.

 

Por Juan Pablo Bravo
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