La pretemporada es un buen momento para, además de coger tono físico, mejorar la técnica individual. Si en el artículo anterior hablamos sobre ejercicios para mejorar la velocidad de arrancada y de reacción; en éste, nos centraremos en realizar un trabajo conjunto de manejo de balón y juego de pies. A parte de lo que se trabaje en cada ejercicio, hay que insistir a los jugadores que no miren nunca el balón cuando estén botando, que realicen un bote fuerte y algo separado del cuerpo, que estén algo flexionados y que intenten que sus pies miren siempre hacia el aro que atacan.

En equipos de minibasket está bien realizar entre diez y quince minutos de bote en todos los entrenamientos. Es importante que cada jugador cuente con un balón para estar continuamente realizando el ejercicio, si no fuese posible les pondríamos por parejas e irían intercambiándose. Para comenzar, un ejercicio sencillo. Los jugadores repartidos por la línea de banda empezarán con una mano, luego lo harán con la otra, botando a la altura del hombro y por debajo de la rodilla. Pasaremos, a continuación, a hacer círculos alrededor de cada pierna, para luego hacerlo con las piernas juntas.

Se puede seguir haciendo manejo de balón, haciendo ochos entre las piernas, pasándose el balón botando de una mano a otra por detrás de la espalda o realizando cambios continuos entre las piernas. También podemos botar en “V”, lateralmente de adelante a atrás o delante del cuerpo, lanzando el balón sobre la puntera contraria a la mano que bota. Es importante recalcar a los jugadores que es preferible que se les escape alguna vez el balón a que lo miren.

Después de haber realizado el bote en estático, pasaremos a hacerlo en movimiento. Al igual que hacíamos para trabajar los cambios de dirección y ritmo, colocamos varias filas de conos y hacemos que los jugadores salgan desde la línea de fondo. En esta ocasión, vamos a hacer hincapié en el manejo del balón, pero sin descuidar los cambios de dirección y ritmo. En cada cono realizarán un cambio, que iremos variando, insistiendo en que el bote tiene que darse fuerte e ir adelantado para salir ya orientado, atacando al defensor, y la puntera del pie apuntando al aro. Es fundamental recalcar esto último, ya que son muchos los jugadores que cuando realizan el cambio giran completamente su cuerpo.

Existe una estrecha relación entre el bote y el juego de pies. Son muchos los jugadores que piensan que con cada bote tienen que dar un paso, pero la velocidad de pies y el balón no tiene porque ser la misma y, en muchos casos, incluso tiene que ir disociada. Para trabajarlo es bueno que se hagan ejercicios en los que se remarquen estas situaciones. Por ejemplo, ir andando y botar rápido o trotar y botar muy despacio.

Para poner en práctica esto último, incluyendo también lo que hemos trabajado con anterioridad, podemos hacer un ejercicio de desplazamientos sobre la línea de tres puntos. Saliendo desde una esquina del campo, los jugadores tienen que deslizarse lateralmente sobre la línea de 6,75, con los pies orientados al aro y diferenciando la velocidad de bote de la de pies. Una vez que lo vayan asimilando, se pueden ir introduciendo más variantes: cambiar de dirección cada cierto número de botes o a la señal del entrenador ir a finalizar a canasta.

 

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

Publicada el: 24 agosto 2012 9:54 am

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