El tiro es, probablemente, el fundamento que más gusta a los jugadores porque gracias a su ejecución llegan las canastas y, ¿a quién no le gusta anotar? Por eso, es muy importante que, desde pequeños, aprendan una mecánica correcta, aunque los entrenadores sepamos que su efectividad va a ser, al principio, mucho menor.

Eso es algo que tenemos que hacer ver y explicar a los jugadores, porque no es fácil decirles que ejecuten un buen lanzamiento, la fallen y, por su cuenta, tiren, por ejemplo, a cuchara y la meten. Es un trabajo a largo plazo. Además, este es el único fundamento que sufre un retroceso a lo largo de la carrera de un jugador, porque, como señalábamos antes, en su primera etapa le cuesta llegar al aro con tiros de media-larga distancia, igual que le sucederá cuando pase a jugar en canasta grande. De ahí que, el primer año de infantiles resulte esencial volver a hacer hincapié en la mecánica para que no pierdan los hábitos ya adquiridos.

No me voy a centrar en los detalles para realizar una buena mecánica, porque cualquier explicación sería banal si lo comparamos con el gran trabajo que hizo JGBasket, con la incalculable aportación de Jota Cuspinera, en la que se muestra, de manera clara y sencilla, un tutorial de tiro muy aplaudido y aplicado por muchos entrenadores españoles.

Lo más simple, en ocasiones resulta lo más útil para nuestros jugadores. No hace falta tener una canasta para poder trabajar una buena mecánica de tiro. Todavía recuerdo cuando mi entrenador en benjamines nos decía que podíamos practicar tumbados boca arriba en el suelo o en la cama y lanzar el balón hacia arriba, realizando una buena mecánica para que cayese en línea recta. Todos le mirábamos incrédulos, pero los que lo practicábamos en casa, vimos como nuestro lanzamiento, sorprendentemente, iba mejorando. Una forma de que los jugadores trabajan por su cuenta de manera divertida y atractiva, a la que se le puede ir añadiendo retos, como conseguir lanzar el mayor número de veces sin que el balón se desvié, etc…

Se pueden realizar ejercicios en función de la dificultad que queremos darle a la sesión y del nivel de nuestros jugadores. Podemos partir desde los más sencillos, con un jugador y un balón, realizando tiros desde posiciones cercanas al aro, porque si lo que queremos es trabajar la mecánica, es ideal hacerlo desde cerca para no forzar el gesto. Insistiendo en la mecánica, independientemente, de si anotan o no.

A medida que van evolucionando, podemos ir metiendo situaciones reales de juego, trabajando tanto el tiro tras bote como tras pase. Por eso, lo mejor es que trabajen por parejas. Un buen ejercicio para trabajar el tiro tras bote es que el tirador parta de una posición inicial, recibe el pase del compañero y va con bote hacia un lado, después de tirar, vuelve al cono, y, tras recibir, sale con bote hacia el otro lado. Lo pueden hacer por tiempo o por número de tiros.

En cuanto al tiro tras pase, existen un montón de variantes. Trabajando igualmente por parejas, pueden tirar e ir a por el rebote y pasar al compañero para que sea él quien tire. Lo bueno es que no reciban en parado sino que ataquen el balón y lo vayan a buscar para tirar. Si en el ejercicio, el tirador realiza varios lanzamientos consecutivos, tras cada tiro, tiene que ir a pisar la línea de banda o la del medio campo para ir a buscar el pase y tirar sin botar.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

Publicada el: 22 Dic de 2017

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