Ya decía Scariolo que sería raro que España tuviese otro partido tan malo desde la línea de tres. Parecía que se les había olvidado jugar al baloncesto en el inicio del Eurobasket, pero el talento y el juego de la selección volvió a aflorar en el momento justo, cuando más lo necesitaban y dando un golpe de autoridad ante Turquía.

Las dudas generadas por la derrota ante Serbia podían crear ansiedad en los españoles, pero, poco a poco, se fueron disipando gracias al buen inicio de Mirotic en ataque y a la intimidación de Gasol para cerrar el aro. El juego turco gira en torno a tres jugadores claves (Muhammed, Ilyasova y Osman). El eléctrico base, antes conocido como Bobby Dixon, descentrado por dos faltas rápidas que le enviaron al banquillo, volvió a la cancha con la ansiedad de tener que recuperar el tiempo perdido y lo que hizo fue desquiciar a su equipo, con un paupérrimo 1/7 en tiros de campo.

Mientras España encontraba en su “segunda unidad” un filón con el que desangrar a los turcos. Está claro que tener a Felipe Reyes, elegido en el mejor quinteto de la Euroliga, como secundario es un lujo al alcance de pocas selecciones. Podrá gustar más o menos su juego, pero siempre cumple y su rendimiento por minuto jugado es, simplemente, impresionante (8 puntos en seis minutos). A Felipe se le unió San Emeterio, otro jugador silencioso, pero eficaz, que disfrutó de más minutos por los problemas de faltas y las molestias en la espalda de Rudy.

Como si de una premonición se tratase, las palabras de Scariolo se hicieron realidad. Un triple de Pau Gasol, el séptimo en la primera mitad, ponía la máxima renta para los españoles en el electrónico (28-50). Los tiros de tres habían dejado de ser una losa y al descanso el porcentaje de acierto se elevaba por encima del 50% (58,3%).

La segunda mitad continuaba por los mismos derroteros, España anotaba con facilidad desde todas las posiciones y la renta seguía subiendo. Ahora era Rudy, junto con Pau Gasol, los encargados de coger el relevo en ataque. Turquía lo intentó, pero no era el día de los otomanos, sobrepasados en todo momento por el buen juego y el ritmo de los españoles.

La victoria contundente de España no sólo sirvió para presentar su candidatura al título sino también para conseguir un amplio basket-average, que viendo la igualdad del grupo B –Serbia se impuso por dos puntos a Alemania e Italia no certificó su triunfo ante Islandia hasta el último minuto– puede resultar decisivo a la hora de configurar la clasificación

Turquía, 77 – España, 104

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista y entrenador superior de baloncesto
Analista JGBasket Eurobasket 2015

Foto: FIBA Europe

 

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