Viendo el récord de los Warriors la temporada pasada, con la llegada de Kevin Durant, eran muchos los aficionados que pensaban que este año las derrotas de los de la Bahía se contarían con los dedos de una mano, pero, a pesar de tener el mejor registro de la NBA, sus números no son los esperados, con seis derrotas antes de llegar al ecuador de la competición.

El propio Draymond Green ha reconocido que la temporada pasada salían a ganar todos los partidos y que, en cambio, en esta están probando cosas nuevas y viendo posibles situaciones para ver lo que les puede funcionar mejor, quizá con la intención de evitar sorpresas y tener un plan B de cara a los playoffs. Es cierto que tampoco están forzando mucho la maquinaria los de Steve Kerr, ya que dejan, en la mayoría de los partidos, hacer a sus rivales y con apretar en defensa el último tercio del cuarto periodo les es suficiente para sacar los partidos adelante. Aunque hay ocasiones, en la que la relajación les pasa factura.

Sin ir más lejos en el partido de hace unos días ante Memphis en el que se dejaron remontar 24 puntos para acabar cayendo en la prórroga. Ese partido, no sólo supuso la segunda derrota de la temporada ante los Grizzlies sino que levantó ampollas en el vestuario de los Warriors, con la bronca de Green a Durant por la antepenúltima posesión del tiempo reglamentario, en la que pidió un aclarado a sus compañeros, quedando emparejado con Randolph, y en vez de atacarle para tratar de finalizar con una penetración, acabó lanzándose un triple forzado. Lo más sorprendente es que la acción decisiva se la juegue Kevin antes que Curry, pero sus motivos tendría.

Sin hacer ruido, el segundo mejor equipo de la NBA, al contrario de lo que pudiese parecer no es Cleveland, sino San Antonio. El equipo de Popovich siempre está ahí a pesar de que la mejor versión de Pau Gasol aún está por llegar. Los Spurs sacan sus choques con una solvencia de equipo campeón, pero habrá que ver cuando llegue el momento decisivo de la temporada si no les pasa factura la media de edad de su plantilla.

Los grandes favoritos del Este son los Cavaliers que no encuentran rival en su conferencia y que han dado un golpe de efecto con el fichaje de Kyle Korver. Una incorporación más importante de lo que puede parecer, porque, además de suplir la baja de J.R. Smith, LeBron siempre ha querido tener un consumado tirador en sus equipos para evitar que las defensas se cierren con él. En Miami contaba con Ray Allen y esta temporada pensaba que ese jugador podría ser Mike Dunleavy, pero las lesiones se lo han impedido. Ahora James tiene a su lado a un tirador muy fiable desde el triple, que les permitirá tanto a él como a Irving tener más espacios para jugarse el 1c1. Puede que no sea la última incorporación de los Cavs.

No puedo pasar la ocasión de alabar el gran juego que están realizando los Rockets, con un Harden estelar, a ritmo de MVP. De la mano de Mike D´Antoni, tras fracasar en los Lakers, los texanos están realizando un baloncesto espectacular con un ritmo endiablado que está pasando por encima de sus rivales, convirtiéndoles en el segundo equipo más anotador de la Liga tras los Warriors. En Houston sueñan con volver a revivir los tiempos de Olajuwon.

 

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket

Foto: NBA Photos

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