Una final inesperada. El Real Madrid no podrá seguir con su racha triunfal, truncada por un espectacular Unicaja que, llevado en volandas por un entregado Martín Carpena, desarboló a los de Laso con una sinfonía casi perfecta. Los malagueños buscarán el título ACB que les falta ante un Barça con hambre y ganas de volver a levantar trofeos.

La Supercopa es esa competición, inventada por la ACB, que sirve para que los jugadores se conozcan y empiecen a competir juntos y para que los aficionados se frustren o ilusionen en función del resultado obtenido. Hace menos de quince días que la selección española se alzaba con su tercer Europeo y aunque los equipos lleven más de un mes de pretemporada, obvia decir que, sobre todo el Real Madrid, la han hecho con una plantilla de circunstancias por la presencia de los jugadores en las diferentes competiciones continentales. Aun así, no deja de ser un primer test interesante que tiene como premio un título.

La novena temporada de Xavi Pascual al frente del Barça viene marcada, tras un año en blanco, por la gran renovación de la plantilla y por las dudas que ésta puede generar. Para empezar, en el puesto de base. Tras los intentos fallidos por traer a un jugador que marcase las diferencias desde el “1”, llegó Carlos Arroyo que, a sus 36 años, no parece una apuesta de futuro. A esto hay que añadir la gran progresión de Satoransky que apunta directo a la NBA. Lo que provocará que el próximo verano tengan que buscarles sustitutos. Además, está la incógnita del físico de Navarro y si podrá rendir a un buen nivel.

La puesta en escena azulgrana en esta Supercopa ha sido más plácida de lo esperado. Los de Pascual se mostraron muy acertados desde el perímetro y castigaron al Herbalife con 14 triples, que les sirvieron para romper el partido en el tercer cuarto (35-52). La mejor noticia para el Barça, además de acceder a su vigésima final consecutiva en competición doméstica, fue la recuperación de Marcus Eriksson. El alero sueco, tras su grave lesión de rodilla, volvió a jugar un partido oficial un año después y se convirtió en el máximo anotador del encuentro con 16 puntos.

Por su parte, Aíto tiene trabajo por delante para tratar de acoplar las nuevas piezas. Eso sí, tiene una muy buena materia prima. Pangos está haciendo olvidar desde el primer día a Bellas y las dos torres (Omic y Galdikas –ausente por lesión–) tienen talento y, sobre todo, centímetros suficientes para suplir a Tavares. Este Gran Canaria aspira a grandes cosas y seguro que el sello García Reneses nos permitirá ver un equipo intenso y alegre en su juego.

La segunda semifinal enfrentó al anfitrión, Unicaja, con un Real Madrid que venía de ganar la Copa Intercontinental. Los madridistas comenzaron el choque arrolladores (2-10), con un Felipe Reyes (18 puntos) que sigue en estado de gracia. Ahí se le acabó la gasolina al Madrid. Los blancos acusaron el cansancio del doble duelo ante el Baurú y del viaje a Brasil. Ese agotamiento permitió, como decía Plaza, por fin “al Coyote cazar al Correcaminos”.

El público vibraba viendo a sus jugadores pasar por encima del actual “campeón de todo”. El trío formado por Sergio Rodríguez, Carroll y Reyes no fue suficiente para hacer frente al Unicaja. La ausencia de Rudy y la poca aportación de Nocioni, Ayón y Thompkins fue un lastre insalvable para los de Laso. Los malagueños han fichado a jugadores de nivel con ganas de reivindicarse tras venir de malas experiencias (Jackson, Nedovic) que, unidos a un plantel de garantías con Kuzminskas en plan estelar, auguran un gran año.

Herbalife Gran Canaria, 60 – F.C. Barcelona Lassa, 88

 Unicaja, 94 – Real Madrid, 79

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Analista Liga Endesa para JGBasket

Foto: ACB Photo

 

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