Después de tres años, Real Madrid y Barça se medirán de nuevo en la final de la ACB. Los dos mejores equipos de la temporada regular pelearán por el título después de solventar sus eliminatorias de semifinales por la vía rápida (3-0) ante Valencia y Zaragoza, respectivamente.

Los caminos de ambos equipos para llegar a la final han sido, prácticamente, similares. Después de imponerse por 2-0 en los cuartos de final con partidos relativamente cómodos. La inercia les hizo resolver con muchísima solvencia el primero de los choques de semifinales, imponiéndose el Barça por un contundente 101-59, mientras que el Real Madrid lo hacía por 94-72. Los dos duelos siguientes fueron más ajustados, aunque al final, la amplitud de banquillo fue clave para que azulgranas y madridistas se llevasen el triunfo.

La final promete, ya que es la última oportunidad para muchos jugadores de ambos equipos para reivindicarse de cara a continuar en su club la próxima campaña. Con muchos rumores sobre posibles fichajes, llega el momento de la verdad y de que demuestren todo el potencial que tienen.

Quizá el Madrid llegue, a pesar de contar con el factor cancha a favor, con un poco más de presión, debido a que en un equipo ganador desde la llegada de Laso al banquillo, este año solo se ha alzado con la Supercopa Endesa. Un título menor para una plantilla confeccionada para cotas más altas. Además, existe, por lo menos entre los aficionados, ese aire de revancha por la pasada final de Copa del Rey, que se llevaron los de Pesic con muchísima polémica.

Para este duelo por el título, uno de los factores claves va a ser el dominio de la pintura. El duelo entre Tomic y Tavares será decisivo, ya que son, probablemente, los dos jugadores más determinantes cerca del aro. Otro factor, sin duda, será el acierto desde la línea de tres, si las defensas se cierran para evitar el juego interior, el triple será determinante. No olvidemos que ambos equipos cuentan con especialistas de la distancia y que algunos, como Kuric y Carroll, llegan en su mejor versión.

Por último, en el choque de bases, entre las parejas formadas por Llull–Campazo frente a Heurtel–Pangos, saltarán chispas y querrán imponer su estilo de juego. El dúo que consiga marcar el ritmo, tendrá muchas papeletas de multiplicar las opciones de triunfo de su equipo. Pero no solo el ataque será decisivo, la intensidad defensiva puede marcar la final, sobre todo, si tenemos en cuenta que, tanto a Pesic como a Laso, les gusta correr y anotar en transición. La suerte está echada y ahora solo queda esperar a ver cómo se desarrolla la final.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

Foto: ACB Photo

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