¿Se debe trabajar la técnica individual en todas las edades, incluida la senior? Óscar López, entrenador de la Universidad Rey Juan Carlos, lo tiene muy claro, ya que es partidario de que “hay que trabajar la técnica individual hasta que se deje de jugar”. Es evidente que cuando entrenas con jugadores senior “tienes que priorizar”, pero siempre es bueno sacar tiempo para “trabajar fundamentos individuales aunque sea por puestos y a nivel general”.
Según avanza la edad de los jugadores, los entrenadores van dejando a un lado la técnica individual, pero eso en algunos casos deja su formación a medias. En pequeños, hay que hacer hincapié en que “todos los jugadores hagan de todo”, mientras que cuando son mayores pueden estar más especializados, aunque “a mí, me gusta que algún poste pueda subir el balón” y eso, hay que trabajarlo.
Un ejemplo claro de que se puede seguir mejorando es “el tiro de Felipe Reyes”. El pívot del Real Madrid ha ido progresando año tras año y su evolución ha sido evidente en todas las facetas del juego, ya que “ahora hace cosas que no hacía con 20 años”. También hay que tener en cuenta que los jugadores “no maduran a la misma edad y que las condiciones físicas influyen mucho en su juego”.
Hay jugadores que cambian su físico con 18 años y tienen que adaptarse a él. Sin embargo, hay otros que desarrollaron antes y, desde pequeños, han condicionado su juego a su cuerpo. El problema surge si no crecen más, ya que “pueden no tener la capacidad para jugar en otro puesto”. De ahí que haya que “seguir trabajando su técnica para que puedan seguir progresando y no se estanquen”.
Los entrenadores están dando cada vez más importancia al físico y “creo que tienen que ser más pacientes”, sobre todo a edades tempranas, ya que “lo importante es que sepan controlar el físico que tienen más que ganar el que no tienen”. Por eso, es “primordial trabajar mucho la coordinación”.
Al equipo universitario llegan jugadores en su primer año sénior y lo que se observa, sobre todo en chicas, es que “les cuesta competir y rendir en partidos igualados”. La causa es que las ligas júnior “cada vez están más rotas y hay mucha diferencia entre los equipos, lo que hace que no tengan muchos competitividad”.
Aún así, los jugadores cada vez llegan “mejor formados, tiran bien y dominan el bote”. Quizá su peor fundamento sea el pase. Eso queda patente en “muchas lecturas básicas del juego, que no se resuelven por la carencia en el pase”. Eso sí, hay que explicar a los jugadores que “el pase no es la asistencia, que no quieran que todos los pases sean definitivos”, porque su concepto va mucho más allá y resulta importante para “invertir el balón o mover una zona”.
Por Víctor Escandón Prada
Periodista y Entrenador superior de baloncesto
Foto: I. Harvey
Gabinete comunicación Campus JGBasket
Publicada el: 21 abril 2013 9:14 am