Entrevista Javier Balmaseda. Fotos Luis Melendo y archivo Luis Melendo

Entrevistamos a Jesús Chuchi Carrera, otro de los grandes protagonistas de esta Copa del Rey. Chuchi se hizo cargo del CAI en diciembre del 89 tras la destitución de Moncho Monsalve y, con apenas 24 años, conquistó la Copa siendo el entrenador más joven en ganar esta competición.

La Copa del Rey de 1990 se celebró del 10 al 13 de febrero en el Centro Insular de Deportes de Las Palmas de Gran Canaria. Curiosamente, la final se disputó un martes y 13, algo que se antoja muy difícil de repetir. Los 8 equipos clasificados fueron: Barcelona, Grupo IFA, Joventut, Breogán, Real Madrid, Taugrés, CAI Zaragoza y Valvi Girona. Los maños, que ostentan varios récords en esta competición que serán muy difíciles de batir, se alzaron con el título después de derrotar al Valvi en cuartos de final
(85/79), al Real Madrid en semifinales (74/73) y al Joventut en la final (76/69). Aquel CAI es una de las apuestas más valientes en la historia del baloncesto, como iremos viendo a lo largo de estos tres capítulos. En este tercer y último capítulo hablamos con Chuchi Carrera, el hombre que dirigió los mandos del CAI Zaragoza hacia la conquista de su segunda Copa del Rey.

JESÚS CHUCHI CARRERA

¿Se puede decir que Mark Davis y tú sois lo más llamativo de esta Copa del Rey?

Bueno, al final fue lo más llamativo, primero porque Mark hizo en una final 44 puntos, que ya es mucho, y mi edad es una cosa que sigue siendo como una efeméride que se comenta todos los años, que no significa que no se pueda batir porque al final fue una circunstancia.

Pero además de estos dos aspectos, que son las cosas exóticas, el partido tuvo otras claves que para mí fueron muy importantes, bueno, realmente durante toda la Copa.
Una fue el dominio del rebote, es decir, hubo un trabajo enorme en el rebote porque dominamos en el campeonato todo lo que tiene que ver con el rebote. Y luego, teníamos mucha rotación, y en aquel momento no había tanta rotación en los equipos.
Nosotros teníamos un equipo con mucha rotación con lo cual podíamos tener un nivel de intensidad muy alto durante todo el partido. Lo que quiero destacarte es que hubo jugadores que fueron muy importantes, como Belostenny. Al final Mark Davis consiguió esos puntos porque tuvo un día inspiradísimo, pero si ves el vídeo y ves la cantidad de bloqueos… Es una barbaridad.

Archivo Luis Melendo

A veces en los campeonatos hay una cosa que es la gestión de la expectativa y la gestión de la presión, es decir, nosotros veníamos de estar eliminados de la Copa Korac, en un partido que fue dramático porque una decisión arbitral nos sacó del campeonato contra el Livorno. De alguna forma, íbamos a la Copa del Rey con un estado anímico fastidiado por lo que había sido la eliminación de la Korac, pero también íbamos con una expectativa no muy grande. Yo creo que el equipo fue de menos a más en el campeonato y ganar al Madrid en la semifinal creo que para nosotros fue decir, tenemos una oportunidad, pero tampoco tenemos que tener la presión de que hay que ganar esto. Con lo cual, al final no hay mejor motivación para un equipo que la presión sea la propia que se ponen ellos mismos.

Cuando cesan a Moncho Monsalve y te nombran entrenador principal, ¿qué se te pasa por la cabeza? Hoy en día es casi impensable que elijan a un chaval de 24 años
como entrenador de un equipo de la ACB.

Mira, yo también era un chaval. En aquel momento llevaba más de cuatro años de experiencia como segundo entrenador, primero de Manel Comas, que fue un maestro,
y luego de Ranko Zeravica. Estos dos entrenadores tenían estilos muy diferentes, pero fueron realmente dos maestros del baloncesto. Creo que fueron las circunstancias, es decir, en aquel momento salió bien, pero luego en el tiempo te das cuenta de que cuando hubo problemas en la temporada siguiente, quizá no tenía la madurez ni la experiencia para resolverlos. Ahora con perspectiva, en aquel momento yo me quería comer el mundo y conseguimos esa Copa del Rey con todo el apoyo del equipo. Pero al final es una circunstancia, yo creo que son cosas que suceden. En aquel momento, además, no era el único caso. Estaba Pedro Martínez, Alfred Julbe, Javier Imbroda…
Hubo varios clubes que apostaron por gente joven, de ahí salió una hornada de muy buenos entrenadores que han seguido en la competición, y en mi caso, profesionalmente, pues fue hacia otras direcciones.

 

Me acuerdo que me hacía mucha gracia que Fernando Arcega siempre me decía:
“Chuchi relájate un poco”. Y yo: “¿Cómo me voy a relajar con la presión que tengo?”.
Fernando siempre me ayudó un montón, cada vez que me veía con cara de preocupado, concentrado, me decía: “Relájate un poco”. Y yo: “Pero cómo me voy a
relajar”.

La temporada siguiente, la 90/91, no la acabé. Entramos en una racha de 9 partidos perdidos en el mes de noviembre y tuve una discusión grande con Kevin Magee, que se negó a jugar un partido aludiendo que tenía problemas médicos. Yo pedí un informe médico y, al final, el presidente tuvo que tomar una decisión. Lógicamente fue quedarse con Kevin Magee. Tuve una discusión fuerte con Kevin Magee porque estaba dejando al equipo tirado en un partido que era muy importante. No quiso jugar aludiendo problemas médicos y no los tenía. Simplemente era un enfrentamiento porque no estaba de acuerdo conmigo.

CAI Zaragoza con la Copa del Rey Baloncesto 1990. Foto Luis Melendo

Foto Luis Melendo

Háblanos de Mark Davis. Me han dicho que no era de los que necesitaba quedarse horas y horas a entrenar el tiro. Le salía de forma natural, ¿no?

Eso es así. Mark era una persona que tenía muy buena mecánica. Además era una persona ambiciosa en el sentido de aportar al equipo. Si tenía una buena oportunidad de tiro no dudaba, pero no hay una leyenda detrás como puede ser la de Petrovic o ese tipo de jugadores que se quedaban horas y horas entrenando. Mark tenía una cualidad innata para tirar.

En aquel momento había muy buen ambiente, muy buen equipo y una dinámica fantástica en el equipo para superar las dificultades, los problemas…

Me comentó Luis Melendo que el día antes de la final diste descanso a tus jugadores.
Lo que te ha dicho Luis Melendo del día libre lo hicimos para que el equipo se liberara de la presión y del momento en el que veníamos. Pero nosotros ese día, José Luis
Oliete y yo, hicimos un trabajo que fue dibujar en unos papeles gigantes cuáles eran los diferentes escenarios que podían suceder durante el partido, o sea, hicimos como un pictograma de cosas que podían ir sucediendo. Hicimos un mural, pero con una secuencia de acciones que se ramificaban, es decir, pues si pasa esto vamos a reaccionar de esta manera, si llegamos al minuto tal vamos así…., o sea, hicimos una preparación del partido con una serie de hipótesis que podían suceder. Tanto José Luis como yo, que éramos muy jóvenes, queríamos transmitirle al equipo que teníamos preparados los diferentes escenarios con los que nos podíamos encontrar, y cómo íbamos a reaccionar para dar seguridad al equipo. Nos salió bien porque hubo bastantes cosas que preparamos, como cambios de defensa, cómo íbamos a hacer las rotaciones, cómo íbamos a guardar al equipo para al final, sobre todo Belostenny, que era una persona clave, pero un jugador con sus años. Forramos las paredes del vestuario con todas las hipótesis. Ya lo habíamos hablado antes en el hotel, pero luego lo llevamos al vestuario. Algunas de esas hipótesis se dieron, otras no. Por ejemplo, el jugador que hacía dos faltas salía al banquillo, o cómo íbamos a hacer las rotaciones de Belostenny para protegerlo, o cómo al final del primer tiempo íbamos a cambiar la defensa porque sabíamos que Herb Brown, el entrenador del Joventut, se iba a volver a loco luego preparando ataques para esa zona, cuando luego no la íbamos a utilizar…
Bueno, hicimos una serie de cosas tácticas también para transmitir al equipo que teníamos controlado la final y estábamos preparados para jugar este partido.

Como anécdota graciosa, cuando acabó el partido me fui corriendo al vestuario y todo el equipo se quedó en la cancha. De repente, estuve como 5 minutos solo en el
vestuario nada más acabar el partido gritando yo solo, hasta que tuve que salir a la cancha porque vi que no venía nadie y acabábamos de ganar la Copa del Rey y estaba yo solo (risas). Esperando, esperando, esperando y al final tuve que salir. Si te das cuenta, en las fotos de celebración de la Copa del Rey, las que hay justo al acabar el partido en la cancha, no salgo en ninguna.

¿Conservas aquellos papeles?

No. Los guardé alguna temporada, pero ya no sé dónde están. Lo que pasa es que luego se hizo un clínic durante una Final Four que hubo en Zaragoza y, el que era el alcalde en aquel momento, pidió a la Asociación Española de Entrenadores que yo pudiera participar, y ahí expliqué todo esto, es decir, aclaré cómo hice la preparación del partido.

Tenías muchas situaciones preparadas los tiros de Mark Davis después de los bloqueos de Belostenny.

Sí, la mayoría de estos sistemas venían de Moncho Monsalve, no cambiamos muchas cosas porque Moncho era un genio en los sistemas tácticos. Ahí el mérito es de Moncho Monsalve.

 

Foto Luis Melendo

Entrevista por Javier Balmaseda
Colaborador JGBasket

Fotos Luis Melendo y archivo Luis Melendo

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