Desde hace ya unos cuantos años, las federaciones territoriales han decidido impulsar el baloncesto y ampliarlo a los más pequeños (1º y 2º de Primaria) creando las competiciones de Baby Basket. Una forma de que se inicien y den sus primeros pasos en el mundo de la canasta. Una gran iniciativa a la que, cada vez, se han ido sumando más colegios, resultando todo un acierto.

Pero, ¿cómo organizar los entrenamientos en edades tan tempranas? No podemos olvidar que los niños se apuntan a baloncesto, por lo que aunque se trate de que lo pasen bien, no hay que perder de vista la idea de que también tienen que aprender. Por eso, a mi me parece un error que se pasen todo el entrenamiento haciendo juegos que nada tienen que ver con el baloncesto para echar el rato. Se pueden proponer juegos adaptados al baloncesto en los que el balón sea protagonista.

Los niños cuando empiezan lo que quieren es botar el balón y, sobre todo, tirar a canasta. El problema es que muchos no tienen fuerza para llegar el lanzamiento y pueden desanimarse, de ahí que haya que estar muy pendiente de ellos y corregirles para que vean que, día tras día, van mejorando y acercándose a canasta.

Hay que tener paciencia, porque lo que antes aprendían a lo largo de su primer año de benjamín, ya compitiendo, ahora tienen, si empiezan en 1º de Primaria, de dos años para consolidar una base baloncestística que les permita crecer como jugadores. Desde mi experiencia es muy importante trabajar coordinación y psicomotricidad, porque algunos jugadores no saben ni siquiera distinguir la mano izquierda de la derecha.

Las escaleras son una buena forma de trabajar coordinación y bote, ya que, además de que les enseñamos a que boten fuera de la escalera, realizando un bote al lado del cuerpo y no delante, aprenden a dar pasos a la vez que botan el balón. Esto es fundamental para cuando tratemos de enseñarles a entrar a canasta, porque si no, no van a ser capaces de acompasar los pasos y les va a resultar casi imposible realizar la entrada.

En Baby, soy partidario de que tengan el mayor tiempo posible un balón en las manos y que a la hora de lanzar a canasta, lo primero que aprendan sea a parar y tirar, en vez de entrar a canasta por la dificultad que les supone. Tenemos que ser conscientes de las limitaciones que tienen por la edad, por lo que hay que adaptar las sesiones de entrenamiento a ellos, tratando de que se diviertan a la vez que aprenden baloncesto.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

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