Es difícil seguir la ACB, pero si TVE no pone nada de su parte, la tarea será complicada. Ya empezamos con el carrusel de horarios y sólo llevamos dos jornadas, la primera fue retransmitida el domingo a las 18.00 horas, la segunda, por la mañana. La próxima será el domingo a las 19.00 horas. ¿Pondrán alguna vez un horario definitivo? Pero este no es el único problema. La ACB anunció a bombo y platillo –dentro de sus posibilidades– el súper estreno “mundial” de Orange Arena. Y va y falla. La excusa, que se conectó mucha gente y la plataforma no aguantó el aluvión. Pues sí que estaban bajas las expectativas.

Lo que sí parece claro en estas dos primeras jornadas es que éste va a ser el año de los jóvenes. Si en la primera jornada Rasmus Larsen se salía con 37 puntos de valoración (21 puntos y 13 rebotes), pero no sólo él parece haber dado un paso al frente esta temporada.  La llegada de Plaza –un buen maestro para los jóvenes– a Málaga ha devuelto la ilusión a Lima que, en su primer partido, demostró lo que se espera de él al anotar 17 puntos y capturar 13 rebotes. Manresa se ha rejuvenecido esta temporada y un ejemplo de ello es el papel fundamental que está desempeñando Marcus Eriksson (19 años) en el equipo, promediando 16.5 puntos en los dos encuentros disputados.

Otro que, en su segunda temporada en la ACB, ha dado un salto de calidad es Tibor Pleiss. El pívot alemán, de 23 años, fue el mejor de los suyos en la derrota ante el Real Madrid, anotando 25 puntos y capturando 8 rebotes. Pero los 23 años de Pleiss le convierten en todo un veterano si lo comparamos con jugadores como Pablo Pérez, que debutó este fin de semana con el Valencia con tan sólo 16 años, o Domantas Sabonis que, a sus 17 años, ya acapara titulares. El Joventut, uno de los clubes que más tira de la cantera, ha hecho debutar a una de sus perlas, Agustí Sans (18 años), que ha demostrado su descaro en los minutos que ha estado en cancha.

La necesidad es el mejor aliado de las jóvenes promesas que buscan hacerse un hueco en las primeras plantillas. En el baloncesto, los jóvenes tienen la difícil papeleta de dar el do de pecho para sacar a los equipos de la crisis. La bolsa sube y el IBEX 35 alcanza los 10.000 puntos, la economía se recupera y “España está en un momento magnífico porque llega dinero de todas partes”, según dice Emilio Botín. Pero lo que sí es seguro es que los jóvenes en la ACB son un valor en alza.

Mención especial merece el CB Valladolid que ha cumplido 1000 partidos en la ACB. No ha podido celebrar esta efeméride con victoria, pero no hay que quitarle el mérito a un equipo que se va reinventando temporada tras temporada y que este año no ha podido hacer pretemporada al no contar con suficientes jugadores en su plantilla. Una plantilla que cerró días antes de comenzar la competición. Lejos quedan los tiempos de Óscar Schmidt Bezerra o Arvydas Sabonis, pero un club histórico como el pucelano se merece seguir competiendo con los mejores.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Analista Liga Endesa para JGBasket

Foto: ACB Photo / Jordi Montraveta

 

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