Todo estaba preparado en Nueva York para recibir la mayor tormenta de nieve jamás recordada. El metro, por primera vez en la historia, se cerraba como medida preventiva y los estantes de los supermercados se vaciaban. Al final, sólo nevó y la megatormenta se quedó en una simple anécdota. Los estadounidenses no entienden de términos medios y, por eso, el país es capaz de paralizarse por la Super Bowl y los anunciantes de pagar más de 4 millones de euros por un anuncio de 30 segundos. Una cifra que pueden pedir debido a la estratosférica audiencia que congrega.
No cabe duda que los grandes eventos deportivos –bien vendidos– causan mucha expectación y de eso se aprovechan los organizadores. Algo parecido, salvando las distancias claro está, es lo que sucede con la Copa del Rey de baloncesto. Un acontecimiento que sobrepasa fronteras y cuyo modelo resulta muy atractivo para el gran público, pero para eso, aún quedan un par de semanas. Y los equipos ACB siguen poniéndose a punto en la competición doméstica.
El Barça dio todo un recital ante Manresa (101-53) y las ausencias de Oleson, Navarro y Abrines, las aprovechó perfectamente Hezonja para marcarse un partidazo (24 puntos, con un inmaculado 8/8 en triples) que le valió para convertirse en el Jugador de la Jornada. Pascual va a necesitar a todos los jugadores enchufados si quiere que los azulgranas recobren la confianza fuera de casa y puedan pelear por todos los títulos.
El destino en la ACB, a veces, es caprichoso. Luis Casimiro peleaba en Fuenlabrada por sacar al equipo del descenso hasta hace un mes y ahora, fichado por el Baloncesto Sevilla, debutó con victoria ante el Valencia, igualando en la clasificación a su ex equipo con el que protagonizará una encarnizada lucha hasta el final de la temporada por salvarse. Lo curioso del caso es que Casimiro no era la primera opción para los sevillanos, pero Porfi Fisac decidió seguir en Valladolid antes que emprender una nueva aventura en la ACB. Una muestra de fidelidad poco frecuente en estos tiempos.
En una semana marcada por las idas y venidas de jugadores, lo más llamativo fue el final del culebrón entre Germán Gabriel y Bilbao Basket. El pívot llevaba desde el principio de temporada en el ostracismo y, por fin, consiguió desvincularse, fichando horas después por Unicaja, regresando así a sus orígenes y siendo partícipe (2 puntos en 4 minutos) en la victoria de los malagueños para afianzarse en el liderato.
Felipe Reyes sigue agrandando su historia. Su capacidad reboteadora es conocida por todos y, como muestra, se ha convertido en el máximo reboteador de la historia de la Euroliga con 1.288 rebotes. El capitán madridista aprovecha siempre al máximo sus minutos en cancha y a buen seguro que no es el último récord que bate alguien tan competitivo y combativo. Éste sí que es un ciclón.
Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Analista Liga Endesa para JGBasket
Foto: ACB Photo / V. Salgado