Qué tarea tan complicada que tenemos los entrenadores, aunque no queramos reconocerlo, el primer día de entrenamiento suele estar condicionado por el resultado que hayamos obtenido durante el fin de semana. Quizás ahí radique nuestro primer objetivo, en intentar aislar al equipo emocionalmente hablando del resultado, independientemente si éste ha sido positivo, o negativo.

El segundo aspecto general al que debemos prestar atención es el de no realizar excesivas variaciones a nuestra planificación, no debemos caer en el error de pensar que estamos haciendo las cosas rematadamente mal, o a la perfección en función de cómo hayamos quedado en el marcador el fin de semana. Tener la cabeza fría en estos momentos, nos ayudará a encontrar una objetividad necesaria para afrontar el primer contacto con nuestros jugadores.

Una vez superado este punto, ya debemos concentrarnos en planificar el entrenamiento, y no cabe duda que el esfuerzo, y el tiempo de recuperación respecto al partido, influirá en el enfoque del entrenamiento, y la aplicación de cargas, y esfuerzos. Nuestro entrenamiento (un lunes), no será el mismo si el equipo ha jugado el sábado por la mañana, o si bien ha disputado un partido el domingo por la tarde. Debemos conocer el número de jugadores disponibles, qué jugadores andan tocados físicamente, o aquellos que estén lesionados. Es una tarea muy complicada, dado que en muchas ocasiones, en las categorías de formación, no solemos disponer de dicha información. El trabajo de aspectos técnicos suele desarrollarse con mayor efectividad este primer día de entrenamiento de la semana. Eso no quita, para tratar de llevar a cabo entrenamientos dinámicos, que «enganchen» al jugador, y lo activen mentalmente, olvidando así el resultado del fin de semana. No soy muy partidario de convertir este primer día en una sesión de tiro de hora y media.

Un aspecto importante será cómo afrontar la relación con los jugadores, podemos caer en el error de castigar mentalmente al grupo si hemos tenido un resultado negativo, y conceder más libertad si el resultado fue favorable. Nuestro guión debe ser el mismo, el jugador no debe ver la figura del entrenador como si fuese una veleta resultadista. Comenzar el entreno con una charla previa al grupo es importante para trasmitir los aspectos positivos, y negativos del partido, para concienciar, y mentalizar al equipo que el trabajo debe continuar con seriedad, para no desviarse del camino marcado por el entrenador. Somos un referente para el equipo, no debemos ir a los extremos de mostrarnos deprimidos, o eufóricos. En éste primer entrenamiento, como ya hemos comentado, pondremos más  atención a la corrección de aspectos técnicos. No suele ser fácil, pero los entrenadores debemos ir un paso más por delante que los jugadores.

Por Alex Senra del Cerro
Entrenador Superior Baloncesto
Gabinete técnico JGBasket
Extraído de JGBasket 2.0

Publicada el: 22 abril 2012 9:23 am

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