¿Comprendemos a los deportistas?, ¿sabemos cómo dirigirnos a ellos?, ¿entendemos sus problemas? Chema Buceta –experto en psicología deportiva, entrenador de baloncesto y profesor de la UNED– acaba de publicar un manual de cabecera (“Mi hijo es el mejor, y además es mi hijo”) para padres y entrenadores en el que se responden a estas y otras preguntas y en el que se trata de orientarles en las situaciones más frecuentes que afectan a su hijo. Os ofrecemos una entrevista con él como aperitivo a la charla que ofrecerá el martes 30 de junio en el Campus JGBasket, titulada La motivación compensada. Retos, competición y superación.
– ¿Qué es la motivación compensada?
– La tendencia natural de un deportista es motivarse para ganar al adversario en la competición. Cuando esa motivación está centrada sólo en ganar puede ir perdiéndose si no se obtienen los resultados deseados. Hay que compensar esa tendencia natural en una más centrada en la mejora individual, en una competición con uno mismo. Y esa labor es tanto de los padres como de los entrenadores, que tienen que fomentar competiciones para que se vayan superando a sí mismos, acentuando y reforzando una mejora individual y colectiva. La motivación compensada favorece la autoconfianza y genera una mayor seguridad en el jugador, manteniendo esa motivación a lo largo del tiempo, todo lo contrario de lo que sucede si su motivación depende de ganar.
– ¿Cómo motivar a aquellos jugadores que empiezan pronto a destacar?
– Cuando destacan pronto, es importante saber motivarles para que compitan consigo mismos, buscando una mejora individual. Si su única motivación es la competencia respecto a otros, ese éxito se mantendrá mientras destaquen, pero cuando su físico se vaya equiparando al del resto o ya no sea tan superior técnicamente, acaba frustrado y abandonando el deporte. El entrenador tiene que ser capaz de que siga mejorando y restarle importancia al simple hecho de ganar. Los padres también tienen un papel fundamental y tienen que ser los primeros en quitarle valor al resultado, no pueden estar felices cuando sus hijos ganan y tristes, incluso sin dirigirles la palabra, cuando pierden, porque con esa actitud lo único que hacen es meter más presión a sus hijos.
– Entonces, ¿cómo deben actuar los padres?
– Lo primero que hay que aceptar es que los tiempos han cambiado y ahora casi todos los padres acuden a ver a sus hijos a los partidos, adquiriendo un gran protagonismo. Han pasado de ser simples medios de transporte a involucrarse. Los padres, guiados por sus emociones, en muchos casos, no actúan bien y tienen una gran influencia sobre sus hijos. Por eso, si queremos que sumen hay que entrenarles, ya que son un jugador más. Ese es el gran reto del deporte de base. Los clubes, los colegios y las federaciones tienen que crear vías de comunicación y programas para padres, en los que explicarles de qué va el deporte, cuáles son los objetivos en cada categoría, e, incluso, asignarles tareas concretas para que puedan colaborar. Seguirá habiendo padres que lo sigan haciendo mal, pero habrá otros que lo harán bien y sumarán. Ya no funciona el ignorarles para evitarles.
– ¿Cómo ves que los padres castiguen a sus hijos sin entrenar?
– Los estudios son lo más importante. La obligación de un niño es estudiar y los padres tienen que jugar con lo que más les gusta para conseguir otros objetivos. Tienen que aprender a compaginar las dos cosas. La primera vez que suspendan, se les puede castigar no jugando los partidos, pero dejándoles ir a entrenar porque han adquirido un compromiso con el equipo, ya verás como para la siguiente vez estudian más. El partido es un premio, te lo has ganado porque eres capaz de compaginar tus responsabilidades. En muchos casos, eso sólo no vale, por eso hay que ver dónde fallan y enseñarles técnicas de estudio, en definitiva, darles los medios, ya que el castigo sólo no sirve. Si lo importante es ganar sí o sí, por encima de los estudios, crearemos analfabetos. El deporte no puede crear analfabetos, hay que crear personas educadas y cultas. Me parece que los clubes deberían de ser los primeros en dar importancia a las notas porque el deporte es una actividad complementaria para crecer como persona.
– Cada vez hay más jugadores que parece que no disfrutan del deporte.
– La presión que sienten puede más que su motivación, predomina sobre la otra. Hay que buscar esa motivación compensada, que se sientan bien porque están bien tratados y aprenden. La continuidad en el deporte y la satisfacción depende de que se sientan bien, que mejoren. Si empiezas a jugar y no mejoras, aunque tu equipo gane siempre, lo acabas dejando. Los entrenadores tienen la responsabilidad de enseñarles y de controlar el tema de la presión, porque si no se convierte en un martillo que les va frustrando. Pegarles gritos sin ton ni son, les hace sentirse fracasados y preguntarse: ¿qué hago aquí? Que se sientan bien no es incompatible con exigir, también tienen que hacer cosas que no son lo que más le gusta, pero esa exigencia tiene que estar acorde con lo que, realmente, son capaces de hacer. Hay que tener paciencia, admitir el error y entender que no se puede aprender todo en un año.
– ¿A qué se debe que los psicólogos hayan adquirido un mayor protagonismo en el deporte?
– La figura del psicólogo es clave. En 2001, pusimos en marcha un programa para padres en el Real Madrid para mejorar la comunicación con sus hijos y no presionarles. Además, trabajamos con deportistas jóvenes para que el deporte cumpla sus objetivos formativos. Los psicólogos pueden ayudar mucho a todos, sobre todo a los jugadores, dotándoles de una fortaleza mayor para la vida y preparándoles para dar el salto a la élite, ya que, algunas veces, no lo pueden dar porque no son fuertes mentalmente. La fortaleza mental es algo que se va adquiriendo con el tiempo y que se tiene que trabajar, cuanto antes se empiece, antes podrán ser capaces de afrontar sus emociones. Al más alto nivel, muchas veces la ayuda psicológica tiene que ver con lo personal porque influye directamente en lo deportivo.
Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete Comunicación Campus JGBasket