Los taronjas se impusieron al Barça, campeón en las dos últimas ediciones, y se medirán, en un choque estelar, al Real Madrid por un puesto en la final. Por el otro lado del cuadro, el MoraBanc Andorra hizo historia y se clasificó por primera vez para las semifinales, enfrente tendrá al anfitrión, el Unicaja de Málaga. De los cuatro cabezas de serie en esta Copa del Rey, solo el Real Madrid ha logrado clasificarse para la siguiente ronda, demostrando la igualdad existente.
Para abrir boca en esta edición de la Copa del Rey, nada menos que un Valencia-Barça, dos equipos de Euroliga, que hacía una semana se habían medido en un auténtico partidazo en el que salieron vencedores los azulgranas, tras ponerse por delante, por primera vez en el marcador, en la última acción del encuentro. Por lo tanto, viendo los antecedentes, el primer partido de cuartos prometía y no defraudó. Fue un choque de alternancias y grandes parciales. Después de la igualdad inicial, un parcial de 0-20 para los de Ponsarnau puso el 18-32 en el electrónico e hizo saltar las alarmas en el equipo azulgrana, que se repuso antes del descanso a base de triples para igual el duelo.
Los de Pesic habían respondido a la primera embestida, pero no sería la última. El Valencia volvía a estirar la diferencia (52-64), pero otra vez Mirotic y Claver se negaban a hincar la rodilla. Los valencianistas, con Tobey y Dubljevic como referentes ofensivos, tenían encarrilada la victoria, pero a este Barça le sobra calidad para lograr cualquier imposible y un triple de Hanga les puso a dos puntos con diez segundos por jugarse, pero esta vez a los actuales campeones les salió cruz y no podrán revalidar el título.
Después de la “sorpresa” inicial, el Real Madrid ya salía advertido. Los de Laso tuvieron que sufrir para clasificarse, el descaro y el acierto de Rousselle permitieron soñar a los bilbaínos durante la primera mitad, pero, tras el descanso, los dos jugadores más en forma de los madridistas asumieron su rol: Campazzo empezó a repartir asistencias (9) y Tavares a dominar los tableros (14 rebotes). A los de Mumbrú se les complicaba el envite y más cuando apareció la mejor versión de Llull (19 puntos), el de Mahón que no está cuajando su mejor temporada, volvió a demostrar que siempre está cuando se le necesita.
La otra semifinal será histórica, ya que el MoraBanc consiguió el pase a esta ronda por primera vez. Y lo hizo sufriendo de lo lindo. Delante tenía a un Iberostar Tenerife que llegaba a Málaga tras proclamarse campeón de la Copa Intercontinental. El que haya visto un partido de los insulares sabe que su juego pasa por Huertas (20 puntos y 12 asistencias) y Shermadini (19 puntos), los rivales también lo saben, pero aún así resulta imposible frenarles. Por eso, para ganar a los de Vidorreta, primero hay que asumirlo y luego, buscar sus puntos débiles. El MoraBanc los encontró de la mano de un acertado Todorovic (20 puntos) y un hipermotivado Diagne. El partido llegó al último minuto igualado y todo se iba a decidir en los pequeños detalles y ahí, los andorranos, en un final llenó de imprecisiones y errores, supieron mantener la cabeza fría para lograr el triunfo.
El último semifinalista salió del choque que enfrentaba a Zaragoza y Unicaja. Los malagueños han conseguido romper, por fin, la barrera de los cuartos de final, que se les había resistido en las últimas ediciones. Fue un ejercicio de superación, ya que a pesar de su dominio en el rebote ofensivo –21 por 7 de los maños–, esa superioridad no se plasmaba en el marcador y al descanso perdían 41-48, en parte por culpa de la espectacular actuación de DJ Seeley, que acabó el duelo con 29 puntos –18 al descanso–.
Lo mejor de la Copa del Rey es que siempre surgen protagonistas inesperados. En esta ocasión, la figura de Rubén Guerrero (12 puntos y 9 rebotes) emergió por encima del resto, el pívot malagueño se convirtió en todo un coloso, dominando ambas zonas. Pero no fue el único, Alberto Díaz, ese chaval de la cantera que ha ido subiendo escalones poco a poco es ya toda una realidad y cuando más quemaba el balón, dos triples suyos dieron vida al Martín Carpena. El billete para la siguiente estaba en el aire y ahí, los nervios atenazaron a los zaragozanos que, con varias pérdidas absurdas, acabaron por dilapidar sus opciones.
Cuartos de final
Barça, 78 – Valencia Basket, 82
Real Madrid, 93 – RETAbet Bilbao, 83
Iberostar Tenerife, 85 – MoraBanc Andorra, 87
Unicaja, 90 – Casademont Zaragoza, 86
Semifinales
Real Madrid – Valencia Basket
Unicaja – MoraBanc Andorra
Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket
Foto: ACB Photo