Hace años escribí un decálogo del entrenador. Hoy no he querido releerlo, para no condicionarme en lo que años después siento, pienso.

El tiempo, si es aprovechado, genera experiencia y seguramente te hace ver las cosas de una manera más pausada. Deja poso. La ilusión desbocada se transforma en proyectos sostenibles y en motivación serena. Los errores pasados se convierten en impulsos de crecimiento. Aprende a entender y aceptar que, como dice el profesor Jose María Buceta, “El error forma parte del juego”. Y el juego que todos jugamos es la vida y en este es en el que debemos de tratar de salir victoriosos. Por eso, considero que este decálogo es más que el de un entrenador, puede valer para muchas cosas. A mí me vale. Pero, si sabes y no aplicas, es como no saber. Este es el reto.

  1. Sé respetuoso, con jugadores, padres, entrenadores rivales, responsables del club…con todos. Los partidos se ganan o se pierden, cada uno de los contendientes hace una cosa, pero siempre que te acerques a una pista asegúrate de tratar de forma amable a los que te rodean. Ese partido no debe tener otro resultado.
  2. Fórmate y ayuda a otros a hacerlo. Transmite la ilusión por el aprendizaje. Contagia el deseo de ser mejor. Busca la comparación con tu yo de antes, para luchar por superarle y haz que otros lo vean también así. Aléjate de la crítica fundada con tu formación. Tendrás argumento para defender más que para convencer. La formación es tu mejor blindaje.
  3. No juzgues lo que hacen otros. Preocúpate por tener criterio y argumentos que sustenten lo que tú haces. Hay muchas maneras de ver las cosas y hacerlas. Elige la que corresponde con tu carácter y respeta que otros hagan lo mismo.
  4. Se un buen modelo. No digas, haz. Influimos en las personas que nos rodean y estas influyen en nosotros. ¿Qué huella quieres dejar en otros?
  5. Prepara los entrenamientos y partidos. No improvises, pero estate preparado para hacerlo. Planificar el trabajo es obligado. Muestras respeto hacia tus jugadores y hacia su dedicación. Dignifica tu trabajo y hace más grande la institución de la que eres parte.
  6. Compatibiliza objetivos. No pienses solo en lo que tú quieres, mira, observa, escucha para identificar lo que buscan los que te acompañan y trata de dar respuestas. Genera sinergias, busca terceras alternativas.
  7. Sorprende. Salte del guion, se distinto, conviértete en atractivo y difícil de valorar. Crea un sello propio, original. Forja un carácter.
  8. Valora, agradece, motiva. No des por hecho que otros son los únicos responsables de su motivación, pero exígete a ti ser el responsable de la tuya. Da valor a lo que otros hacen y agradeceles lo hecho.
  9. Sueña y haz soñar. La vida con ilusiones y cosas por las que luchar es más atractiva. Disfruta del camino planteando objetivos a los que llegar y permite que otros te acompañen. En compañía los sueños se hacen más seductores.
  10. No te quejes, busca soluciones. Comprende a los demás. Gestiona y toca la tecla adecuada. Los problemas vendrán y serán un buen motivo para demostrar tu valía y de qué pasta estás hecho.

Y sobre todo escucha. El mayor respeto que podemos dar a alguien que habla es escucharle.

“De vez en cuando llega el día en que, en algún lugar y en algún momento, tienes que plantar los pies, aguantar firme y dejar claro quién eres y aquello en lo que crees.
Cuando llegue ese momento, Pat, hazlo” Lee Riley.

 

Por Juan José Hernández Liras.
Entrenador superior baloncesto. Experto Universitario en Entrenamiento Deportivo
Colaborador JGBasket

Si quieres consultar el anterior Decálogo y cómo ha evolucionado Decálogo del entrenador. Diciembre 2004. BDBaloncesto -JGBasket

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