Al igual que sucede en la box and one, esta defensa es una defensa mixta en la que tres jugadores defenderán en zona y dos en individual. Exige una gran concentración y comunicación entre los jugadores para poder realizarse.

Los defensores que conforman el triángulo comenzarán su defensa como si se tratase de una individual, ajustando cada uno con un atacante y haciendo dudar al rival sobre qué tipo de defensa estamos realizando. En cuanto se produzca el primer pase es cuando se producirán los ajustes de los jugadores del triángulo.

Los dos jugadores que defienden en individual lo hacen para evitar que los rivales reciban el balón –incluso en el lado de ayuda siguen cara a cara con su par–, restándole opciones al ataque. Además, intentarán que jueguen fuera de sus situaciones habituales y que, en el caso de que les llegue el balón, no puedan realizar tiros cómodos. Para ello tienen que tener una gran capacidad defensiva y un alto grado de concentración.

Existen múltiples variantes en la defensa individual, ya que se puede realizar sobre el base y un alero, dos aleros, el base y un pívot, dos pívots, un alero y un pívot… Aunque las más utilizadas suelen ser las que se efectúan sobre dos jugadores exteriores. En función de la disposición de los atacantes o de los jugadores elegidos para la defensa en individual, nuestro triángulo puede variar y bien tener un jugador en punta y dos en la segunda línea o al revés, convirtiéndolo en un triángulo invertido con dos jugadores en primera línea y el vértice hacia línea de fondo.

Los jugadores del triángulo tienen que mostrar una actitud dinámica y agresiva, no concediendo tiros cómodos y mucho menos permitir cortes por el centro de la zona, ya que si uno de los defensores tiene que salir a por un atacante a posiciones exteriores, quedaría mucho espacio.

Es importante realizar una defensa inteligente, anticipando la línea de pase y no teniendo miedo a posibles desajustes. Estamos realizando una defensa en la que un jugador pequeño se puede quedar emparejado en el poste medio/bajo con un pívot. En estos casos, el defensor tiene que defenderle por delante, sabiendo que hemos trabajado estas situaciones y que nuestro jugador interior estará pendiente de la ayuda. En el caso de que el desequilibrio se produzca lejos del aro y sea un jugador grande el que tenga que defender a un exterior, hay que concienciar al jugador de que trabaje con fintas y le dé la ventaja suficiente para no ser superado y no pueda realizar un tiro fácil.

Puede suceder que uno de los defensores de la mixta se quede enganchado en un bloqueo o salga en desventaja. No hay que olvidar que los atacantes que están defendidos en individual son muy peligrosos y tienen una gran importancia para el equipo rival. Por tanto, si van a salir con ventaja es mejor cambiar la defensa con alguno de los jugadores del triángulo, intercambiando la posición y evitando una posible situación de desventaja. Eso sí, siempre tiene que ser el defensor de la individual el que decida si se produce o no el cambio.

Da igual la defensa que se haga si los defensores no son conscientes de que tienen que estar muy concentrados, comunicativos y atentos a las situaciones que se producen y que son provocadas por el ataque. Además, cada defensor tiene que tener una responsabilidad individual en el bloqueo de rebote, evitando segundas opciones al ataque que pueden dar al traste con un gran trabajo defensivo.

 

Por Víctor Escandón Prada.
Entrenador superior baloncesto y periodista
Gabinete técnico JGBasket

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