Si algo les ha podido quedar claro, en este tercer día, a los asistentes al Campus es la importancia de los pies para poder crecer y mejorar como jugadores, tanto en el tiro como en el aspecto físico.

Tim Fanning había insistido durante su charla en que “las manos nunca esperan a los pies” y, aunque al principio les costó un poco, los más pequeños lo pusieron en práctica durante su sesión de entrenamiento, quedando clara su gran capacidad de asimilación. Como anticipo al entrenamiento físico de Juan Trapero, los jugadores de minibasket tuvieron un calentamiento a base de vallas y escaleras, que les permitió acercarse al mundo de la preparación física.

Llegaba el momento cumbre del día. Tras una temporada muy intensa y sin casi tiempo para asimilar el triunfo en la Liga Endesa, Juan Trapero, preparador físico del Real Madrid y ex atleta olímpico, no faltó a su cita con el Campus. Un lujo poder aprender de un maestro de la preparación física. Un campo que no es sólo exclusivo de los equipos profesionales, ya que es muy importante que desde jóvenes trabajen fuerza, coordinación y velocidad. Eso sí, la fuerza, a edades tempranas, debe entrenarse usando el “peso corporal y con una ejecución correcta”, ya que hasta que no lo domine con destreza, “no se debe trabajar con cargas”.

Y volvemos a la importancia de los pies. Existe la idea errónea de que los jugadores más rápidos son aquellos que mueven con gran rapidez sus piernas, pero nada más lejos de la realidad. Para ser muy rápido, “hay que tener una gran velocidad y fuerza de pies”, lo que nos permitirá realizar unos desplazamientos más amplios, acortando las distancias.

Sorprende la capacidad y rapidez de Carroll para orientarse y lanzar a canasta tras recibir el balón. Esto no es casual, ya que el secreto está en el trabajo del core –cinturón formado por abdominal, oblicuos y lumbar que equilibra y soporta el peso principal del tronco–, que “aporta estabilidad” al jugador. Desde infantiles, se pueden realizar “ejercicios de equilibrio y fuerza individual o por parejas” para trabajarlo, siendo “más útiles los que emplean todo el core conjuntamente”.

Por último, es muy importante trabajar los esprines, pero “no sólo en línea recta”. En el baloncesto, como señala Trapero, se dan muchas situaciones de esprines “laterales y en zigzag”, que también debemos trabajar. En definitiva, es básico que el trabajo físico se realice en la cancha, “con materiales muy sencillos y alternándolo con gestos técnicos de baloncesto” para que sea más realista.

 

Por Víctor Escandón Prada
Gabinete comunicación Campus JGBasket

 

Publicada el: 29 junio 2013 10:55 am

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