José Luis Alderete, entrenador con más treinta años de experiencia, es de esos entrenadores que apuesta por la “creatividad y la valentía” de los jugadores, elementos cada vez “más olvidados en el aprendizaje del baloncesto”. No sirve de nada que los jugadores sean robots ejecutores de las órdenes de su entrenador. A veces, “hay que pasar de él y ser máquinas de pensar por sí solos y de crear”. Esa es la manera de formar a grandes jugadores, porque son los que son capaces de “hacer cosas siempre de manera diferente”. Además, a la vez, “tienen que disfrutar haciéndolo” porque la felicidad es fundamental para desarrollarse como jugador.
Si nos centramos más en los aspectos técnicos, no cabe duda que el más importante es el “agarre de balón” porque es el primer momento en el que el jugador tiene la posesión y ahí, es cuando “empieza a ser egoísta” al tener algo que el resto de jugadores quieren. Un buen agarre “impide que nos quiten el balón”, pero basta ya de convencionalismo, “cada jugador debe inventar una forma de agarre que le permita hacer cosas, intuir, crear…”.
En cuanto a la recepción del balón, “la actitud es imprescindible”, ya que la necesito para recibir. Muchas veces hay jugadores que están solos, pero no reciben el pase porque sus compañeros ven que no tienen la actitud adecuada. “Hay que ir a por el balón, no me puedo quedar esperándolo”. Para ello, las manos y los dedos desempañan un papel fundamental y tienen que ser “fuertes”. Esa fuerza “la tenemos que trabajar en los entrenamientos al igual que hacemos con los tiros o los pases”.
Después de la foto de familia y las clases magistrales de Free Style con Dawizard. El Campus JGBasket afronta sus últimos días con muchos frentes abiertos. Aún quedan por delante dos jornadas intensas en las que no faltarán las competiciones, los entrenamientos y las charlas. Se acerca el final, pero las ganas de aprender y seguir mejorando siguen intactas.
Por Víctor Escandón Prada
Gabinete comunicación JGBasket