Se dice que de tal palo tal astilla. Arvydas Sabonis, uno de los mejores jugadores europeos de la historia del baloncesto, no es una excepción. Tres de sus hijos se han decantado por el deporte de la canasta aunque no todos parecen poder seguir los pasos de su padre. Dos de ellos, Tautvydas y Domantas llevan casi una década en las categorías inferiores del Unicaja de Málaga, más concretamente en la Escuela de Baloncesto de Los Guindos.
Ya se han hecho mayores, pero sólo en edad, ya que cuando llegaron a Málaga ya medían 1,80 y 1,75 metros, respectivamente. El pasado año compartieron vestuario jugando en la Adecco Oro con el Clínicas Rincón, pero llevando su apellido aspiran a mucho más. El primer equipo ya no es una quimera y, después de hacer la pretemporada con Repesa el verano anterior, aspiran a hacerse un hueco en la plantilla de Unicaja.
Domantas (17 años y 2,10 metros) parece ser el que más posibilidades tiene de llegar a la cima. Su gran actuación en el Europeo sub-16 el pasado verano, capturando 27 rebotes en un encuentro, y su participación en el Jordan Brand Classic llamó la atención de los ojeadores de algunas universidades americanas que quieren hacerse con sus servicios. En Málaga saben el potencial que tiene y no quieren dejarle escapar. De ahí que Joan Plaza le haya ofrecido ser el jugador número 13 de la plantilla, lo que le permitirá disponer de minutos, ya que la temporada es larga y al ser cupo podrá entrar y salir del equipo.
Este verano ha disputado, a pesar de tener un año menos, el Europeo sub-18 con Lituania, realizando una gran actuación (14.1. puntos y 11.4 rebotes por encuentro), demostrando su talento y potencial y logrando ante Serbia su mejor partido con 22 puntos y 22 rebotes. Se trata de un jugador completísimo que puede jugar tanto de 3 como de 4. Es zurdo, rebotea y tiene un tiro aún por mejorar, pero sus mejores virtudes son las que catapultaron a su padre a la cima, su gran visión de juego y su cabeza fría. Muchos le comparan ya con jugadores de la talla de Pete Mickeal, pero Domas tiene las ideas muy claras y sabe que tiene que ir poco a poco con trabajo y esfuerzo, siguiendo los consejos de su padre.
Los que conocen a la saga Sabonis dicen que Domantas es el que más se parece a su padre por su calidad, incluso sus hermanos tienen claro que es el bueno de la familia, pero tendrá que demostrarlo porque el apellido pesa y mucho, si no que se lo pregunten a sus hermanos mayores que siguen intentando hacerse un hueco en la élite.
El futuro de Tautvydas (2,03 metros) es incierto, a sus 21 años y después de ganarlo todo con la selección lituana en categorías inferiores (campeón de Europa cadete y junior y campeón del mundo sub-19), se ve sin sitio en el primer equipo de Málaga tendrá que volver a disputar la Adecco Oro, esperando su oportunidad para dar el salto. Por su parte, Zygimantas (22 años), el mayor de los tres, tras dos años sin equipo disputó las dos últimas temporadas con el C.B. Pozuelo, de la Primera Nacional madrileña, antes de marcharse a China a trabajar.
Todavía le queda mucho a Domantas para llegar a la cima, pero todo apunta a que si sigue en esta línea, dentro de poco podremos volver a ver triunfar a un Sabonis en las canchas.
Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo especializado en baloncesto
Comunicación JGBasket
Foto: FIBA Europe