Este ejercicio lo llevaremos a cabo en una dinámica de 3×3 en todo el campo de forma continua, en la que siempre el equipo atacante realizará el balance defensivo, para frenar la salida de contraataque de los tres jugadores situados en línea de fondo. Aunque la defensa que vamos a plantear es individual, este movimiento de salida puede ser empleado también contra algún tipo de zona press. Nuestro objetivo será que los jugadores fijen automatismos de salida, para una vez en situación de juego no quedarse bloqueados ante la defensa rival.
Como consideración general debemos recordar a nuestros jugadores, especialmente los más pequeños, la importancia que tiene no abusar del bote para salir de presión. Atacar mediante pase nos puede hacer más imprevisibles, y desde luego podremos superar con mayor velocidad la defensa que con el bote. La primera idea será poner rápidamente el balón en cualquiera de las bandas. Una vez metido el balón en esa zona del campo, el jugador que está situado más alejado realizará un corte explosivo en diagonal hacia la banda en la que se encuentra el balón. Simultáneamente el jugador situado en el centro se abrirá a lado contrario, con lo que ofrecerá una línea de pase más segura al jugador con balón (ante posibles 2×1).
Un detalle importante que vamos a pedir al jugador que corta en diagonal es que si consigue recibir lo haga en carrera, nunca de espaldas al aro de ataque, ni en estático, dado que favoreceremos a la defensa, e irá en contra de nuestros intereses. Atención a la zona en la que puede recibir, dado que si nos arrinconamos en la esquina justo al pasar medio campo, seremos un blanco muy fácil para recibir un 2×1, y en la que apenas tendremos margen de maniobra para salir de él.
Si la salida del pase es hacia línea de pase segura, el jugador que ha realizado el pase, iniciará otro corte agresivo hacia la banda donde se encuentra el balón, mientras que el primer jugador que realizó el corte en diagonal corregirá su posición para ofrecerse como blanco de recepción en el eje central de la pista, en la media luna del campo defensivo, situación ideal para evitar posibles campos atrás. Es una forma simple, de las muchas que podemos diseñar en nuestras planificaciones como entrenadores, para hacer más fácil a nuestros jugadores, especialmente los más jóvenes, la amarga tarea que supone el tener que afrontar el ataque ante una defensa presionante.
Por Alex Senra del Cerro.
Entrenador superior baloncesto
Gabinete técnico JGBasket
Publicada el: 29 abril 2013 8:40 am