A través de un ejercicio simple, que podemos introducir en cualquier momento de nuestros entrenamientos, vamos a incidir en la mejora de la capacidad de nuestros jugadores de realizar diferentes tipos de finalizaciones. Para aumentar el realismo del ejercicio, y asemejarlo al máximo a una situación de partido, vamos a conceder al atacante una mínima ventaja espacial, que deberá gestionar para poder mantenerla, y poder así finalizar con éxito la acción.

La idea principal es que el jugador con balón se coloque justo delante del defensor, a una distancia respecto al aro que el entrenador debe determinar (desde línea de tres puntos, medio campo, tres cuartos de pista, etc…), podemos variar el ángulo desde el cuál atacaremos al aro, si bien podemos realizarlo desde una posición en el eje central de la pista, desde 45º, o bien por línea de fondo, el abanico de opciones para los entrenadores está bastante abierto. Al igual que las limitaciones que les podamos poner a los jugadores, aunque el ejercicio ya de por sí es bastante competitivo, y no dejará margen a que alguno de los dos jugadores se relaje en exceso.

El jugador con balón debe concienciarse de la ventaja que lleva respecto a su defensor, para ello ya desde el principio debe mantenerla, para ello la velocidad de reacción en el inicio del ejercicio marcará casi el 50% del éxito final, si el atacante se duerme será mucho más fácil para el defensor recuperar una posición defensiva en la cual pueda interponerse en su trayectoria al aro, por lo que éste será uno de los puntos claves a mantener por parte del atacante. A medida que nos acercamos al aro las posibilidades de finalización son múltiples, desde paradas en un tiempo rápidas con tiro en movimiento manteniendo al defensor pegado atrás, a todo el repertorio de entradas a canasta que el jugador domine, aros pasado, pérdidas de paso, etc…

Por Alex Senra del Cerro
Entrenador superior baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

Publicada el: 9 Oct de 2012

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