Ejercicio básico para la concienciación de la importancia de una buena defensa de 2×1 sobre balón, como fase previa a la realización de un salto, y cambio a toda pista. La dinámica es bastante sencilla, desde media pista, saldrá una fila de cuatro jugadores, en el que el primero de ellos realizará una entrada a canasta, una vez ejecutada (evidentemente no podemos esperar un fallo), los jugadores situados en las posiciones primera, y tercera se convertirán en defensores, mientras que segundo, y cuarto automáticamente pasarán a ser atacantes, con el objetivo de finalizar en el aro contrario la situación de 2×2.

Para facilitar el trabajo a la defensa, y ajustar al máximo a una situación de partido, debemos reglar el ejercicio en cuestiones puntuales, por ejemplo propondría la imposibilidad que el jugador que no dispone de balón reciba por encima del mismo, hasta como mínimo medio campo. Gracias a esa regla posibilitaremos que el ejercicio no se convierta en un «pase al hueco» que no permitiría ningún tipo de trabajo, ni para atacantes, ni defensores. Partiendo de esa base nos centraremos en aspectos concretos en el plano defensivo, cada entrenador debe adaptar esos aspectos a la filosofía que quiere implantar en su equipo. El primer detalle a tener en cuenta, especialmente con los más pequeños es la asimilación rápida del cambio de rol que supone la conversión de atacante a defensor. Parece una obviedad, pero, ¿Cuántas veces se quedan paralizados nuestros jugadores tras una canasta, permitiendo una salida rápida del balón hacia nuestra canasta?. Errores de este estilo pueden ser castigados con canastas fáciles por los rivales, y son fácilmente evitables.

¿Cómo queremos defender el saque?. Esa será la siguiente gran respuesta a la que debemos hacer frente. Ofrecemos tres alternativas. La primera de ella, realizar un sándwich al atacante, con un defensor por delante, y otro por detrás. El uso de las manos es vital en el primer defensor, y la responsabilidad del defensor de atrás para que no le cuelen un pase a la espalda también posibilitará que podamos obtener una recuperación. La segunda será conceder claramente la recepción al atacante orientándolo hacia uno de los dos lados del campo, sería recomendable que nuestro mejor jugador se colocase en la posición de arriba para frenar un posible avance del atacante, permitiendo que nuestro segundo defensor recupere, y cace ese 2×1. La tercera será permitir una recepción lo más cercana a línea de fondo, sin orientar hacia ningún lado, con los dos jugadores a la misma altura, la actividad de piernas es vital para no ser sorprendidos por el atacante, si éste es capaz de romper esta primera línea la tarea defensiva se complicará en exceso.

Una vez puesto el balón en juego, la siguiente pregunta será, ¿Salto directamente al 2×1, o sólo sobre bote?. Todas las opciones son perfectamente válidas, y bien ejecutadas suelen resultar efectivas. Prestaremos atención a detalles básicos como el que no me rompan hacia el aro, o por banda, nuestra prioridad puede ser la de encerrar en un lado del campo al jugador con balón, para posibilitar una buena situación de 2×1. Una vez que el jugador ha dejado de botar el ejercicio no se ha terminado, entran en acción la importancia del uso de los brazos, y de la comunicación. El primero de ellos nos servirá para dificultar al máximo la visión del jugador con balón, favoreciendo así que realice un mal pase, sobre todo si va bombeado. Gracias a la comunicación favorecemos la coordinación, en este caso, de los dos defensores, pero a largo plazo es fundamental para que esa coordinación sea colectiva para los cinco jugadores en pista. Las normas de comunicación deben quedar bien claras por parte del entrenador, para que no haya dudas entre los jugadores.

Personalmente me gusta la idea de romper ese 2×1 cuando el jugador ha realizado ese pase. Si es necesario debemos perseguir al jugador con balón hasta que deje de botar, y decida soltar el pase. ¿Quién debe romper el 2×1?. Por comodidad prefiero que sea el jugador que tiene la responsabilidad de defender a jugador con balón en esa primera fase, por un simple motivo, solemos colocar a nuestro mejor defensor en esa posición, generalmente también suele ser el más rápido, por lo que puede llegar con más facilidad a recuperar esa ligera desventaja que hemos creado en el 2×1. Las ayudas colectivas serán fundamentales para ayudar a este jugador en su recuperación, como en este ejercicio sólo trabajamos en 2×2, de ahí la norma que imposibilita al jugador a recibir por encima de la línea de balón para favorecer el trabajo de este jugador.

Lo que realmente nos interesa al ser un ejercicio simple es ese primer 2×1. Podemos hacer más complejo el ejercicio metiendo más reglas, y opciones de volver a repetir más 2×1, las normas que establezcamos en las defensas de las recuperaciones a jugador con balón, sus orientaciones, y las formas que tengamos establecidas para saltar de nuevo al un salto y cambio serán fundamentales para no dispersarnos de los objetivos que nos hemos marcado en el ejercicio. Respecto a posibles penalizaciones a los jugadores, debemos centrarnos sólo en 2-3 objetivos que podamos considerar fundamentales dentro de nuestra defensa de salto, y cambio.

 

Por Alex Senra del Cerro
Entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

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