En el baloncesto actual uno de los movimientos más peligrosos, y efectivos suele darse cuando un jugador corta desde el lado contrario a balón hacia canasta. En cuantas ocasiones nos desesperamos porque nuestros defensores son incapaces de ni tan siquiera darse cuenta de dicho corte hasta que el atacante ha recibido el balón, y ya es demasiado tarde para reaccionar, siendo nuestra defensa colectiva castigada. Nadie duda de la vital importancia que tienen este tipo de acciones en la estructura defensiva colectiva, y en ocasiones nos resulta muy complicado hacerle entender al jugador cuáles son nuestros objetivos como entrenadores en dichas acciones.
Por ello es interesante destinar algún ejercicio en los entrenamientos para la mejora de este aspecto, especialmente en las categorías de formación, fase clave para que el jugador fije el concepto, y lo pueda automatizar en categorías superiores. No hace falta complicar en exceso el ejercicio con un diseño complejo, al fin y al cabo es una acción simple de juego, y el jugador debe centrarse en una serie de aspecto concretos para la mejora defensiva, por lo que la estructura del ejercicio será bien simple, un pasador, un atacante, y un defensor. De tal forma que iniciaremos el ejercicio efectuando un pase en horizontal hacia el pasador, en ese preciso momento el defensor deberá corregir su posición espacial en el campo, para posteriormente frenar el corte en el eje central, y orientar la salida del atacante sin balón hacia la esquina, donde una vez se produzca la recepción se jugará una situación de 1×1. Pero, ¿Qué detalles podemos indicarles de forma concreta a nuestros jugadores?.
– Debemos movernos con el balón en aire. Partimos defendiendo a un jugador con balón, aunque inmediatamente el pase se realiza a lado contrario, por lo que tenemos que corregir nuestra posición, ya que estamos en lado débil, y como mínimo debemos estar pisando la zona.
– No dar la espalda a balón, un error típico con los más pequeños, que estarán sólo centrados en frenar el corte, perdiendo el contacto con balón. En este punto podemos meter alguna regla en la que intervenga el jugador con balón para mejorar concentración, y visión espacial.
– Relacionado con lo anterior, formación triángulo defensivo entre: mi atacante, el balón, y yo. No nos pueden ganar la espalda, y debemos tener una visión espacial de todos los elementos sobre el campo.
– Una vea que se inicie el corte, buscar el contacto con el atacante sin balón, no dejar que obtenga la ventaja. Mucho cuidado con las cargas, y las faltas. El contacto debe realizarse con el antebrazo, nunca con las manos, y los brazos extendidos.
– Una vez producido el contacto es hora de orientar al atacante en función de las reglas defensivas que tenga nuestro equipo, bien hacia arriba, bien hacia línea de fondo (en este caso seguiremos este principio).
– No nos limitamos acompañar el corte, hay que defenderlo para evitar que metan pase, y más si arriesgamos y concedemos la salida hacia línea de fondo. El uso de las manos es de vital importancia para que el pasador dude si pasar o no al no tener una línea de pase clara.
– Cualquier acción defensiva se termina una vez que obtengamos el balón, no debe olvidarse jamás, por ello no podemos permitir que el defensor se relaje una vez que ha recibido en esquina. Mantener los principios defensivos que tengamos dentro del equipo para situaciones de 1×1.
Por Alex Senra del Cerro
Entrenador superior baloncesto
Gabinete técnico JGBasket
Publicada el: 19 noviembre 2012