Vamos a plantear un ejercicio simple que nos puede servir de ayuda para el trabajo de diferentes aspectos del juego, no sólo en el plano ofensivo, sino también en el defensivo. Para ello, es fundamental que los entrenadores fijemos los objetivos que deseamos trabajar con nuestros jugadores, para que éstos puedan aplicar las normas en el desarrollo del mismo.
Debemos ser coherentes con el número de objetivos, y su dificultad en relación al nivel de los propios jugadores. La estructura del ejercicio comienza con cuatro jugadores en línea de fondo, que serán los atacantes, y con cuatro jugadores en la prolongación de tiros libres, uno de ellos con balón. Éste realizará un pase sobre cualquier jugador, e irá a tocar línea de fondo, mientras que se produce la salida del contraataque, y el balance del resto de sus compañeros.
Debemos exigir máxima velocidad de ejecución a los atacantes, dado que dispondrán de una superioridad de 4×3, en un partido este tipo de ventajas son efímeras, por lo que debemos evitar al máximo la retención de balón con bote, el primer objetivo es poder finalizar con ventaja numérica respecto al rival, y generando una opción cómoda de tiro. Todas las ideas que vamos a proponer deben ser ajustadas a las necesidades, y características de los jugadores que tengamos, pudiendo aparecer numerosas variantes que, desde luego, enriquecerán la calidad de este ejercicio.
Respecto al ATAQUE, una de las principales decisiones que debemos reglar es la de cómo queremos que sea la ocupación de calles, y dónde queremos que vaya el balón como primera opción. ¿Debe recibir algún jugador en concreto?, ¿Limitamos el número de botes a los atacantes?, ¿Salida de balón por banda, o por el centro?, ¿Qué recorrido realizarán los exteriores si no reciben el balón?, ¿Por dónde correrán nuestros jugadores grandes?, éstas son algunas de las muchas preguntas que nos debemos realizar los entrenadores para estructurar al máximo los objetivos del ejercicio, y que se ajusten a lo que pretendemos trabajar. Una vez definidos estos detalles, podemos centrarnos en qué objetivos trabajar una vez el balón haya superado el medio campo.
Conceptos como el de penetrar, y doblar adquieren mayor protagonismo, por lo que será fundamental que los atacantes sean capaces de fijar rápidamente a los defensores para volver a obtener una nueva ventaja en la superioridad numérica, esa ventaja debe suponer una finalización cómoda para el ataque. Otro concepto que se antoja vital en los momentos finales para la resolución de la superioridad es del extra pase, una buena rotación de balón con la defensa desajustada facilitará buenas posiciones de tiro. Otra idea interesante que podemos lanzar a nuestros jugadores es la de atacar mediante cortes la diagonal a balón, un concepto que bien ejecutado resulta definitivo.
En ocasiones es complicado finalizar en superioridad de 4×3, bien porque el ataque ha sido lento, bien por un buen balance defensivo, generalmente dada la estructura del ejercicio si el balance ha sido bueno, se darán situaciones de desajuste en estático, el paso final para el ataque es el de tener paciencia para poder leer correctamente esas ventajas que se producen en estático. Castigar con un aclarado desde el perímetro a un interior, o castigar aislando en poste bajo a un exterior por superioridad física deben ser las dos principales lecturas a realizar. No podemos olvidar que este ejercicio nos puede servir para trabajar situaciones más elaboradas, y estructuradas de situaciones de llegar jugando, dando una continuidad a nuestras transiciones.
Respecto a la DEFENSA, el primer objetivo será el de retrasar, y dificultar al máximo la salida de balón al ataque, permitiendo que nuestro defensor más rezagado sea capaz de recuperar, para llegar a jugar una situación de 4×4 en estático. Es algo obvio, pero debemos preguntarnos qué vamos a realizar para conseguirlo. ¿Cómo estructuramos el balance defensivo?, nos planteamos ser muy conservadores, y esperar al ataque lo más cerca de nuestra canasta, protegiendo así nuestro aro, o arriesgamos y defendemos «atacando» al ataque, planteando una fuerte defensa sobre el jugador con balón, mientras que los otros dos defensores se sitúan en tándem. Quién se lleve el pulso sobre la iniciativa tendrá gran parte del trabajo realizado. ¿Cómo son nuestros jugadores?, y ¿Qué carácter tienen? son preguntas básicas que nos deben ayudar a confeccionar los objetivos que más se ajusten a las necesidades del equipo. Si decidimos ser agresivos sobre balón, debemos ser consecuentes, y exigir al defensor que no sea rebasado por el atacante en 1×1 en ningún momento, eso supondría una ventaja para el rival que resultaría mortal para nuestros intereses.
Otro aspecto técnico en el que debemos incidir será el uso de las manos, y es que desviar, o dificultar un pase, nos puede hacer ganar unas décimas valiosas para que el equipo pueda recuperarse de la desventaja inicial. En estos primeros momentos estos detalles pueden hacer que seamos capaces de realizar un gran balance defensivo, pero una vez que el balón sobrepasa el medio campo debemos prestar atención a la comunicación entre todos los jugadores, aspecto de vital importancia. Y es que, nos ayudará a corregir rápidamente los desajustes generados por el ataque.
Por último debemos tener un plan de acción una vez llegados a situación de estático, donde lo habitual será que se produzcan desajustes, ¿Qué normas vamos aplicar, y en qué situaciones?. Por ejemplo, una de las más normales que podemos encontrarnos, y aplicar en nuestro equipo es referente a la defensa del poste bajo en desajuste, como norma podemos obligar a nuestros jugadores a defender esta situación por delante, lo que implicaría ya una estructuración de la defensa, especialmente en el lado débil, muy pendientes de ayudas, y rotaciones. De nuevo la comunicación se antoja de vital importancia.
Como podemos comprobar, podemos introducir un número alto de variables, y normas que nos permitan ajustar aún más los objetivos que pretendemos alcanzar, enriqueciendo el trabajo táctico del equipo, no sólo a nivel ofensivo, sino también defensivo, aspecto que en ocasiones solemos dejar de lado en nuestros entrenamientos.
Por Alex Senra del Cerro
Entrenador superior baloncesto
Gabinete técnico JGBasket
Publicada el: 1 marzo 2013 11:51 am