Vamos a presentar una variación de un clásico ejercicio de 2×2 continuo en todo el campo. La gran diferencia es la eliminación del bote, lo cual nos permitirá centrarnos en aspectos más específicos del juego, como el bloqueo indirecto.
El trabajo de este concepto lo podremos enfocar desde el plano ofensivo, y también defensivo. No será el único concepto a trabajar, ya que de forma indirecta favoreceremos el trabajo sobre el rebote, ofensivo, y defensivo, y de la salida de presión.
Vamos a presentar 3 opciones de trabajo, las cuales pueden ser modificadas en función de nuestros objetivos, y de los esquemas tácticos que dispongamos en nuestro juego colectivo.
En el diagrama 1 comprobamos cómo el bloqueo directo se realiza en diagonal con el objetivo de liberar a nuestro tirador. Desde el plano ofensivo podemos incidir en meter bien al defensor en el bloqueo para obtener un mejor ángulo que nos permita salir con ventaja para ese tiro exterior.
No dejaremos de trabajar la continuación del bloqueador hacia el aro, dado que nos podemos encontrar con desajustes defensivos, bien por cambio entre defensores, o por ayudas excesivamente largas, y podemos encontrar ventaja en dicha continuación. Uno de los aspectos más importantes que debe realizar el jugador que va ser liberado es la lectura que su defensor haga de esta situación. La más clara es buscar el rizo si su jugador decide perseguirlo, la continuación del bloqueador será la complementaria, saliendo hacia el exterior.
En el plano defensivo podemos trabajar varias opciones, todas ellas válidas, siempre y cuando los objetivos de las mismas estén claras. Perseguir implica el riesgo de posible rizo, que debe ser asumido mediante un flash por el defensor del bloqueador, para ello debemos dar distancia, y colocarnos cerca del centro de la zona. La otra opción es más arriesgada, pasando de tercero con la idea de anticipar la línea de pase. Si nuestro jugador es un buen tirador podemos sufrir las consecuencias si nos quedamos enganchados en el bloqueo.
Una opción de trabajo para la salida de presión sin bote puede ser la mostrada en el diagrama 2. Un jugador cortará hacia el eje central para poder recibir el balón en movimiento, mientras el otro jugador, abierto en banda, tratará de ganar la espalda a su defensor siendo una línea de pase segura. No debemos estar a la misma altura que el jugador que corta al centro, por lo que el trabajo de velocidad se antoja más que importante para sacar la ventaja. Según pueda recibir balón puedo buscar a los pasadores situados fuera del campo, y poder trabajar otra opción en ataque. En el diagrama 3 vemos que tras no recibir en el corte hacia canasta, realizaremos un bloqueo en vertical sobre el jugador situado en línea de tres puntos.
A diferencia del anterior movimiento ofensivo, en éste vamos a focalizar los objetivos en la caída, y recepción del jugador, generalmente nuestro hombre grande, hacia posiciones de poste bajo. Enganchar bien al defensor es la clave para liberar a nuestro compañero, se necesita una buena posición equilibrada a la hora de ejecutar el bloqueo.
La salida hombro con hombro ayudará a meter al defensor en el bloqueo, lo cual ayudará a que tenga que decidir qué tipo de defensa ejecutará. Puede perseguir, arriesgándose a un posible corte y finalización cómoda si el jugador es más rápido, o pasando por detrás, concediendo una recepción en poste bajo. En ambos casos el defensor del bloqueador deberá realizar un body check que frene el avance del atacante. El riesgo de un posible tiro sobre la continuación del exterior es claro. Llegar con equilibrio a defender esa situación evitará un posible desajuste si el atacante decide penetrar a canasta.
Ya en el diagrama 4 podemos ver otra idea de salida de presión. Ante defensas muy presionantes, la idea de ganar la espalda hacia banda mediante una puerta atrás puede ser la mejor opción. La diagonal a balón debe ser atacada con mucha agresividad. Si esto se hace correctamente hay muy pocas opciones que el balance defensivo pueda defender correctamente. La última opción que plantearemos para trabajar en ataque es otra opción clásica, y empleada en multitud de sistemas de juego, y es la del bloqueo por línea de fondo. También con la idea de liberar a jugadores con ventajas en situaciones de poste bajo.
El trabajo defensivo debe ser idéntico al ejecutado en el bloqueo vertical. Siendo clave el trabajo de body check para facilitar al máximo la recuperación defensiva de nuestro jugador que recibe el bloqueo. Salir bien pegados a nuestro jugador puede resultar clave para poder negar al máximo un posible pase a poste bajo. El contacto para sacar al atacante de su posición respecto al aro también es otro aspecto que se debe trabajar.
Como vemos, la riqueza de este ejercicio la marcará en gran medida los objetivos que los entrenadores seamos capaces de marcar a nuestros jugadores. El último detalle que debemos remarcar, e incidir es el trabajo de rebote, y primer pase.
Nuestra defensa no puede terminar hasta que dispongamos del balón, bien por canasta, bien por rebote. El control de este aspecto limitará segundas opciones por parte del ataque, lo cual nos dará cierta ventaja si los porcentajes de finalización son semejantes en los equipos durante los partidos.
El mismo objetivo pero desde el otro punto de vista nos puede ayudar en los partidos a generar segundas opciones de tiro. El trabajo de ambos, ofensivo, y defensivo, debe ser complementario, de ahí su importancia. Otro aspecto que considero fundamental para poder sacar rápido un contraataque es la realización de un primer pase de calidad, que permita lanzar al equipo rápidamente hacia canasta. Tensión, rapidez, y un pase adelantado es clave para obtener dicha ventaja en una situación de partido.
Por Alex Senra del Cerro
Entrenador superior baloncesto
Gabinete técnico JGBasket
Publicada el: 22 abr de 2012 @ 14:35