El verano es un buen momento para seguir trabajando y mejorar la técnica individual. No es necesario tener una canasta para perfeccionar algunos aspectos del juego, ya que con un balón es suficiente para trabajar manejo de balón, agarre, pases e, incluso, mecánica de tiro.
En esta primera entrega, nos vamos a centrar en el trabajo del manejo de balón. El jugador puede, en estático, empezar botando con una mano, luego con la otra, botando a la altura del hombro y por debajo de la rodilla. Pasaremos, a continuación, a hacer círculos alrededor de cada pierna, para luego hacerlo con las piernas juntas.
Se puede seguir haciendo manejo de balón, haciendo ochos entre las piernas, pasándose el balón botando de una mano a otra por detrás de la espalda o realizando cambios continuos entre las piernas. También podemos botar en “V”, lateralmente de adelante a atrás o delante del cuerpo, lanzando el balón sobre la puntera contraria a la mano que bota. Es importante que los jugadores no miren el balón cuando están botando, es preferible que se les escape a querer tenerlo contralo mirándolo, ya que tienen que ser conscientes de que hay que observar todo lo que está pasando en la cancha y mirando el balón no lo están haciendo.
Después de haber realizado el bote en estático, pasaremos a hacerlo en movimiento. Al igual que hacíamos para trabajar los cambios de dirección y ritmo, colocamos varias filas de conos y hacemos que los jugadores salgan desde la línea de fondo. En esta ocasión, vamos a hacer hincapié en el manejo del balón, pero sin descuidar los cambios de dirección y ritmo. En cada cono realizarán un cambio, que iremos variando, insistiendo en que el bote tiene que darse fuerte e ir adelantado para salir ya orientado, atacando al defensor, y la puntera del pie apuntando al aro. Es fundamental recalcar esto último, ya que son muchos los jugadores que cuando realizan el cambio giran completamente su cuerpo.
Para poder obtener ventajas a través del bote son fundamentales los cambios de ritmo. De ahí que, tras trabajar el bote en estático, lo pasaremos a hacer en movimiento, ya que no se puede jugar siempre a la misma velocidad, porque el defensor se acostumbra y se acomoda y, por muy bien manejo de balón que tengamos, nos va a costar superarle. Un buen ejercicio para su trabajo es marcarse una distancia e ir de un lado al otro, trabajando los cambios de mano, pero sin descuidar los cambios de dirección y ritmo. Es importante que el jugador vaya trotando, acelerando o frenando en un escaso margen de tiempo para trabajar y marcar bien los cambios de ritmo.
Al igual que en el bote en estático, es básico que en estos ejercicios no miren el balón. Además, ya que estamos trabajando para mejorar, la puntera del pie debería estar apuntando siempre al aro. En este caso, como no hay canasta, tendría que apuntar al lugar hacia el que va el jugador. Hay que recalcar esto porque son muchos los jugadores que cuando realizan el cambio giran completamente su cuerpo y pierden la ventaja que hayan podido generar.
La clave para mejorar es entrenar, entrenar y entrenar. Por eso, realizar estos ejercicios quince minutos al día, dará a los jugadores una mayor confianza en su manejo de balón y crecerán en su juego.
Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior baloncesto
Gabinete técnico JGBasket
Publicada el: 15 julio 2013 12:21 pm