En 1964 el pedagogo norteamericano Edgar Dale publicó su Cono de la Experiencia.

Este cono nos muestra según los estudios de Dale que acciones nos llevan a un aprendizaje más profundo que otras, las acciones que ocupan un lugar más amplio en el cono son aquellas que nos permiten recordar en mayor medida lo que nos han mostrado.

El Cono de Dale se utiliza actualmente mucho en Pedagogía y es una herramienta muy consultada en la valoración enseñanza-aprendizaje.

El único problema es que en muchas ocasiones se utiliza una adaptación del cono publicada en 1967 que señala el porcentaje de lo aprendido dos semanas después de cada acción. Este cono no fue obra de Dale, de hecho él renegaba del uso de cifras ya que no eran demostrables y podían llevar a error.

 

Por eso nos vamos a centrar en el cono original del pedagogo estadounidense.

Cono aprendizaje de Dale

Vista la estructura del cono, nos podemos preguntar si podría haber transferencia a la enseñanza-aprendizaje del baloncesto.

También sobre nuestro deporte hay algunas teorías diferentes sobre las metodologías y pedagogías a utilizar.

Mi opinión es que el Cono de Dale puede ser aplicado a cualquier disciplina, diferenciando las acciones que pueden ser exclusivas de unas disciplinas y por tanto no se pueden aplicar en otras.

Por tanto podemos analizar el Cono en la enseñanza-aprendizaje del baloncesto y sacar algunas conclusiones. Obviamente el análisis que vamos a realizar no es científicamente exacto, ya que las extrapolaciones que vamos a llevar a cabo no son exactas.

 

 

Símbolos e imágenes: en lo más alto del cono podemos observar símbolos tanto orales como visuales. Poco nos pueden aportar en general y lo mismo ocurre en el baloncesto.

Con ellos podemos relacionar algunos sonidos o imágenes con el deporte, pero no implican ninguna enseñanza del deporte en si.

 

Películas y televisión educatica: podemos encontrar material sobre nuestro deporte en ambas ocpiones. Casi todo el mundo relacionado con el baloncesto ha visto alguna vez una película con el basket como telón de fondo.

De igual modo, si convalidamos televisión educativa por documentales o vídeos demostrativos, tambié hay mucho material sobre el aprendizaje del baloncesto en estos formatos.

Edgar Dale nos muestra estas acciones en el siguiente escalón de su cono, podemos interpretar de manera lógica que nadie va a poder dominar el juego del baloncesto si lo ve por televisión en exclusiva. Pero observar a otras personas realizar gestos correctos del deporte referido puede ser un buen complemento. No esencial, logicamente, pero ver el baloncesto no con ojos de aficionado, sino con los de alguien que se fija en las acciones que realizan otros y luego es capazade intentar desarrollar esas acciones en experiencias es algo que debemos valorar como aprendizaje.

 

Exposiciones y excursiones: aquí nos encontramos ante observaciones directas,ya no son a través de la televisión o el cine. Ahora podemos palpar de cerca lo que queremos observar.

Estas experiencias las podemos asemejar con ir a ver partidos de baloncesto en directo. No es necesario que sean partidos de equipos profesionales, si somos perspicaces podemos captar detalles que nos ayuden en partidos de cualquier nivel y categoría.

Ver el partido en directo nos proporciona la posibilidad de observar las emociones de los protagonistas de manera más viva que a través de un medio audiovisual.

Sobre esto nos podemos fijar en la importancia que ha tenido para algunos jugadores que sus hermanos mayores hayan practicado su mismo deporte, esto les ha permitido entrar con el contacto visual desde muy pequeños, lo que supone tener en la retina acciones y gestos que cuando un entrenador me los quiera enseñar tengamos una pequeña ventaja sobre otros: aunque no los hayamos realizado, los hemos observado.

De igual modo los hijos de jugadores puede que “hereden el talento” como hemos oído a veces, pero lo que es cierto es que entran en contacto de manera visual con el deporte desde muy pequeños y esto ya supone una pequeña ventaja para el futuro jugador.

 

Demostraciones: las demostraciones vemos que tienen una posición en el cono importante, pero hay otras acciones que lo superan. Las demostraciones pueden equivaler a las enseñanzas de los entrenadores. El explicar los ejercicios que queremos hacer es algo que debe llevar un tiempo adecuado. Como es lógico según la claridad de la expliación su efectividad será mayor o menor. Pero tenemos que ser conscientes que no podemos prolongar las explicaciones más de lo debido porque los jugadores no retienen tanto la explicación como su puesta en práctica.

 

Dramatizaciones y experiencias simuladas: la transferencia más lógica de estas acciones a nuestro deporte la encontramos en los entrenamientos.

Aquí es donde “dramatizamos” las acciones que queremos llevar a cabo en un partido. Como podemos observar en el cono, estas acciones tienen un peso mayor ya que forman el paso previo a la experiencia directa.

Ese día a día de los entrenamientos suele ir acompañado por las experiencias simuladas, que son las acciones de competición que realizamos en los entrenamientos. Estos partidos de entrenamientos o experiencias simuladas en educación, son lo más similiar a una acción directa por tanto nuestro grado de aprendizaje se situa en un punto muy alto.

 

 

Experiencias directas: aquí llegamos a lo más profundo de nuestro aprendizaje .Las experiencias directas son para Edgar Dale lo que más calado dejará en nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje.

Las experiencias directas en baloncesto son los partidos: de competición o no. Lo que llamamos “partidos amistosos” también deben estar en esta franja porque para el proceso de aprendizaje no debemos diferenciar “que” estoy jugando. A nivel colectivo/táctico podremos dar más valor a un partido oficial de play-off, que a uno de temporada regular y obviamente cualquiera de estos dos primarán sobre un amistoso.

Pero a nivel individual, para trabajar el aprendizaje en baloncesto los jugadores no deben distinguir, deben esforzarse igual siempre que tengan un rival frente a ellos. Esta experiencia directa les llevará a mejorar. Según el cono es lo que el cerebro del jugador/estudiante considerará más importante.

 

Conclusiones: después del análisis que hemos realizado podemos extraer tres conclusiones básicas sobre la adaptación hecha del Cono de Edgar Dale al aprendizaje en baloncesto.

Las experiencias directas son las más importantes en el desarrollo del aprendizaje. Esto es algo que podemos tildar de lógico, un jugador puede realizar cualquier gesto técnico, que hasta que no lo desarrolle en un partido no puede saber si es eficaz o no.
Generalmente el jugador cuando observa lo que ha podido realizar con acierto o no contra otro equipo, trabaja para corregir o mejorar lo que ha ejecutado. Esta observación será la más influyente para el jugador.

Las experiencias tienen más valor para el jugador que lo que le decimos. Por eso es importante que las explicaciones en los entrenamientos no se alarguen más de lo estrictamente necesario. Es básico que expliquemos correctamente lo que queremos enseñar a los jugadores, pero es más básico que el tiempo de realización del ejercicio sea mucho mayor que el de la explicación.
Por último, aunque la observación del juego como espectador no es algo muy influyente (nadie aprende a jugar al baloncesto viendo la tele o un partido). SI podemos observar que es una herramienta más en el proceso de aprendizaje, tiene una parcela mucho más pequeña que otras actividades, pero es cierto que suma en dicho proceso.
Por eso debemos incitar a los jugadores a que vean baloncesto, les va a ayudar a ver gestos técnicos en otros jugadores y pueden intentar ejecutarlos en sus experiencias directas, que finalemente son las necesarias para poner en práctica todo lo que hemos observado y entrenado.

 

 

Óscar López López.
Entrenador Superior de Baloncesto.
Colaborador JGBasket

 

Publicada el: 5 ago de 2014 @ 17:59

 

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