Soñar es gratis y si no que se lo digan a los aficionados del Iberostar Tenerife, que todavía se frotan los ojos cuando ven a su equipo segundo clasificando, haciendo sombra al todopoderoso Real Madrid en la Liga Endesa y ya clasificado para los octavos de final de la Basketball Champions League.
Tras asentar su proyecto en la élite la temporada pasada, logrando un meritorio noveno puesto, los tinerfeños quisieron dar un salto más en su progresión y apostaron por jugadores con experiencia en la ACB como Marius Grigonis, Georgios Bogris y, su fichaje estrella, Fran Vázquez. El máximo taponador de la ACB era la guinda a un equipo ilusionante. A ellos hay que sumar, desde hace dos semanas, a otro experimentado veterano, Tariq Kirksay.
Muchos podían pensar que el inicio de liga no era más que un buen momento de forma y que sus buenos resultados irían invirtiéndose según avanzase la temporada y notasen el cansancio de jugar todas las semanas competición doméstica y continental, pero nada más lejos de la realidad. Siempre se puede ver el lado negativo de las cosas, pero este curso, nadie en la isla quiere ser pesimista, las lesiones de Nicolás Richotti y Javier Beirán, en cualquier otro momento, podrían haber sido un mazazo, pero no este año. Fueron un acicate para que el resto de compañeros diesen un paso al frente y todos aportasen en cada partido.
Llegaron a la última jornada de la primera vuelta con opciones de ser cabezas de serie en la Copa del Rey, pero para ello tenían que ganar al Barça. Si bien es cierto que los culés están realizando una de las peores temporadas que se recuerden en cuanto a juego y resultados, los tinerfeños nunca les habían ganado. Lejos de la presión de afrontar un partido tan complicado, los aurinegros se crecieron e hicieron un partido redondo, sobre todo en defensa, para ser cabezas de serie y hacer historia.
En competición europea, los insulares fueron creciendo como equipo y le sirvió a su técnico para hacer rotaciones y dar minutos a todos, logrando clasificarse como primeros de grupo con un balance de 11 victorias y 3 derrotas, lo que le permitió evitar la primera eliminatoria y darse un merecido descanso para preparar el partido de cuartos de la Copa del Rey ante el anfitrión, Baskonia.
Pero, ¿cuáles son las claves de este Tenerife? En primer lugar, Vidorreta ha conseguido que el Iberostar sea un equipo. Parece sencillo, pero hacer sentir importantes a todos los jugadores es una ardua tarea. Un claro ejemplo de que el equipo prima sobre las individualidades es que, a pesar de ser segundos en la ACB, ningún jugador aparece entre los primeros en ningún apartado estadístico. Eso sí, los tinerfeños son el equipo que menos puntos encaja de toda la Liga (72,63 por partido) y todos sabemos que la defensa es una cuestión de trabajo en grupo.
En segundo lugar, el equipo se ha acostumbrado a ganar a pesar de no jugar bien. La inercia de la temporada les ha hecho cosechar victorias en partidos que no han dado su mejor versión y que, otros años, probablemente hubiesen perdido. Además, la confianza que tienen los jugadores, les hace que, en los momentos calientes del partido, anoten tiros decisivos que ya han supuesto varios triunfos en los suspiros finales. Aún queda mucha temporada por delante, pero los aurinegros no van a dejar de soñar.
Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket
Foto: ACB Photo / F. Ruso