Hay ocasiones en las que hablar de un proyecto antes de que se cierre puede acabar por gafarlo. El fichaje de José Manuel Calderón por los Warriors era algo más que un rumor, se daba por hecho y el murmullo no iba tan desencaminado porque, al final, se cerró. Otra cosa bien distinta es lo que duró.

A su edad parecía la ocasión de oro para que el base extremeño pudiese “pelear” por un anillo, ya que todo apuntaba a que su presencia iba a ser meramente testimonial. El destino quiso que horas antes de fichar por Golden State, Pachulia, ese jugador georgiano que iba arrasando al principio de las votaciones para el All-Star, cayese, después de ser empujado por Gortat, sobre la rodilla izquierda de Kevin Durant. El tiempo se paró y los fans de los Warriors se temieron lo peor. Al final, todo quedó en un susto y no hubo rotura de ligamentos, pero lo suficiente para que el español ya no fuese lo que Kerr necesitaba.

Los actuales subcampeones de la NBA desechaban la opción de contar con un tercer base veterano para firmar a un alero para sustituir a Durant al quedarse cortos de efectivos en esa posición. El elegido fue Matt Barnes, ex jugador de Golden, cortado recientemente en la operación que llevaba a DeMarcus Cousins a Nueva Orleans. Un jugador polémico y con problemas con la justicia, la antítesis de Calderón.

Lo más curioso del caso es que Calderón fue jugador warrior durante una hora. Los de la Bahía dando muestras de unos principios, muchas veces olvidados en el deporte profesional, cumplieron su palabra y firmaron al base español, pagándole la cantidad a la que había renunciado (unos 400.000 dólares) al dejar los Lakers. Es más, Golden había hecho camisetas de sus tres equipaciones con el número 8 y el nombre del extremeño a la espalda. Además, le cortaron antes de finalizar el plazo para que pudiese fichar por un equipo de playoffs. Un ejemplo de cómo hacer bien las cosas.

No es la primera vez que esto le sucede al ex de Raptors y Knicks, entre otros equipos, ya que el verano pasado firmó por los Bulls y se fue a Los Ángeles sin haber debutado con los de Chicago. La actitud y comportamiento del base ha sido siempre ejemplar y, en esta ocasión, no ha sido menos, de ahí que el técnico de Golden no haya dudado en ensalzar su profesionalidad después de hablar con él y explicarle la situación.

Al final, tras descartar su regreso a Europa, ha fichado por Atlanta, asegurándose un equipo de playoff. Su papel en el equipo ha sido definido por su nuevo entrenador, Mike Budenholzer, destacando “su generosidad, su capacidad para lanzar cuando es preciso y su experiencia” que encajarán a la perfección en el estilo de juego de los Hawks. Esperemos que, después de tanta incertidumbre, Calderón encuentro su sitio esta temporada.

 

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket

Foto: NBA Photos

 

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