Tras analizarnos los métodos de trabajo de su equipo (Rivas Ecópolis) y las claves del éxito para lograr el subcampeonato de España. Nos centramos ahora en hablar con Diego Blázquez de la situación actual del baloncesto femenino en España y el contexto que rodea al entrenador de cantera.
– ¿Qué diferencias aprecias en el baloncesto femenino desde que empezaste a entrenar a ahora?
– Comencé a entrenar en femenino en minibasket hace unos 17 años y está claro que desde entonces ha habido muchos cambios. Colegios que apenas eran conocidos, son ahora “cabezas de serie” en femenino. Y lo son porque comenzaron a colocar a sus mejores entrenadores con chicas, y al final las cosas solamente tienen una razón de ser: “Si entrenas bien, el equipo mejora”. Si lo haces durante muchos años con personas competentes, tu club mejora.
Se han superado los complejos de si a las chicas se les enseñaba una cosa y a los chicos otra. Ese machismo educativo se ha superado, y no hay nada –salvo el mate– que no te plantees enseñar a una jugadora. Todos los que nos dedicamos al baloncesto femenino estamos convencidos de que técnica y tácticamente se puede y debe enseñar lo mismo. Y sí, el tiro en suspensión también se debe enseñar, si no lo enseñas es cuando nunca lo aprenden.
A nivel de juego, estoy convencido de que el paso más grande que se ha dado es el tiro. Antes veías que en baloncesto femenino se tiraba desde el hombro “Es que tienen que tirar desde ahí porque no tienen fuerza”, decían algunos. Falso, sí que la tienen, pero tienes que enseñarles a tirar. Creo que cualquiera que entrenara chicas hace muchos años y lo siga haciendo ahora coincidirá en esto conmigo.
– ¿Y en cuanto al tema físico?
– El tema físico y explosivo es otro asunto, pero es una cuestión fisiológica en donde no podemos entrar. Precisamente es en este apartado donde creo que más ha cambiado el baloncesto femenino (y el masculino también). La preparación física se ha convertido en algo primordial. Esto ha propiciado tener jugadoras más coordinadas, más rápidas, explosivas y fuertes. Y ya no es tan extraño ver a jugadoras rebotear muy arriba o aguantar mucho en el aire al entrar a canasta doblando pases que antes eran impensables. Y hablo de cadete y junior, no de profesionales. Está claro que la preparación física es clave para que una jugadora pueda ejecutar un gesto técnico más deprisa y con mayor capacidad de reacción para un contra-gesto.
– ¿Por qué se están obteniendo tan buenos resultados?
– Creo que son muchos los motivos. El primero es porque comienza a ser un deporte más popular. Eso propicia que más chicas quieran practicarlo, y ante un mayor número de jugadoras es más fácil encontrar más talentos, tanto técnicos, como físicos. Por otro lado, se ha acercado la concepción que se tiene del baloncesto femenino a la del masculino. Se han superado prejuicios y hay muchos y muy buenos entrenadores que hace años no habrían querido entrenar chicas que ahora disfrutan haciéndolo. El nivel de entrenadores de femenino ha aumentado, el volumen de jugadoras que manejamos ha aumentado. Lo lógico es que con estas dos premisas, el nivel del baloncesto femenino mejore por narices. Otra cosa sería completamente ilógica.
Y por último, se entrena más horas. Ya no solamente con el tema de la preparación física, sino que hay jugadoras que entrenan muchísimas horas a la semana. Con su equipo, con el de arriba, con el de más arriba, en tecnificaciones de grupo, en tecnificaciones individuales, en concentraciones de la selección, etc… No tengo datos concretos, pero de lo que estoy seguro es que de 10 años hasta ahora, el número de horas que entrenan los equipos femeninos se han duplicado en minibasket y probablemente triplicado en canasta grande.
– ¿Cómo ves la situación actual del entrenador de cantera en España?
– Para mí es una situación totalmente desprestigiada. En un reciente post de mi blog (http://baloncestodepizarra.blogspot.com.es/) hago una completa reflexión sobre si el entrenador de cantera es un profesional, analizando para ello únicamente el factor “horas dedicadas” con el sueldo recibido. El resultado es que repartiendo periódicos ganas más dinero, trabajas menos, y no necesitas una cualificación específica para nada.
El entrenador de cantera no es profesional solamente por eso, sino por la dedicación que tiene, por lo importante que es este trabajo en su vida, y porque trabaja con PERSONAS. Además, moldea actitudes, da forma a personalidades y educa en valores. Valores que la sociedad actual y la telebasura se encargan de destruir día a día. Insisto, es alucinante que una persona cuyo trabajo es hacer de otras, mejores personas y deportistas, esté peor valorada que el hecho de repartir periódicos o propaganda por buzones. Puede sonar duro, pero con los números en la mano, es la realidad.
Está claro que hay muchísimos entrenadores que tienen su trabajo y entrenan un equipo para pasárselo bien, pasar un rato por el cole o club donde jugaban, etc. Totalmente respetable, pero hay muchos, somos muchos, los que hemos hecho del baloncesto nuestra forma de vida, y por qué no, nos encantaría dedicarnos a esto en cuerpo y alma. Pero tal y como está valorado el entrenador de cantera, es actualmente muy complicado decir: “Me hago un full-time de esto”, porque no está valorado y el entrenador de cantera difícilmente va a encontrar un sitio donde le traten realmente como a un profesional en su actividad.
– Este verano has realizado el curso de Entrenador Superior, ¿cómo ha sido la experiencia?
– Bueno, imagino que si preguntas a cada uno de los 136 que estuvimos allí, las respuestas serán muy diversas. Personalmente para mí, el curso de entrenador superior ha supuesto una pequeña decepción. No voy a enumerar los motivos, que hay varios, pero sí que voy a explicar el por qué principal de la decepción. Este curso se supone que está orientado a preparar a un entrenador para convertirse en entrenador profesional, capaz de dirigir equipos de LEB hasta ACB, y de Liga Femenina o Liga Femenina 2. O eso, es lo que continuamente te dicen. Pues bien, tras realizar el curso, creo que lo que hacen realmente es evaluar si antes de hacer el curso estabas ya preparado para ello…Para mí eso son conceptos muy diferentes.
Allí ves alumnos que ya llevan años en LEB, Liga Femenina 2 o incluso ACB, a los que básicamente les ves aburrirse en las tutorías y en la mitad de las clases, y eso es un síntoma evidente de una carencia formativa profesional. Pero no hay que malinterpretarlo. Al final, está claro que aprendes cosas, y a veces muchas. De los entrenadores profesionales que vienen a dar Clínics puedes sacar muchas cosas, pero es que al final les puedes ver en Clínics de la AEEB, FBM, privados o incluso en los Másters de Formación de la FEB misma, por mucho menos dinero y sin hipotecar tus vacaciones de verano. Algo que parece que no es importante, pero lo es.
Personalmente, he sacado muchísima más información de charlas y Clínics que no tenían ni el balón ni la pista por protagonistas. Las charlas de conocimiento de grupo y motivación de Richi Serrés, las ideas de la psicóloga deportiva Patricia Ramírez, la increíble información que el doctor Antonio Escribano proporciona sobre el Entrenamiento Biológico (si vais a verle cambiará vuestras vidas, os lo aseguro) o la energía que transmiten entrenadores como Moncho Monsalve, Carles Durán, Ricard Casas, Txus Vidorreta o Jaume Ponsarnau, en lo que hacen, en lo que dicen y en su coherencia.
Independientemente de todo, el punto fuerte e incuestionable del curso es reunir a muchos entrenadores de diferentes partes del país durante muchos días en unas instalaciones en donde conoces a mucha gente relacionada con este deporte. Para mí eso no es suficiente para calificarlo positivamente, pero seguro que para muchas otras personas sí lo será. Yo antes de ir al curso hablé con mucha gente que lo había hecho. Para unos había sido la experiencia de su vida, para otros fue una pérdida de tiempo. Como todo en la vida, dependerá de cómo hayan sido tus experiencias anteriores a ésta. Al final es parte de la formación de un entrenador, y si “oficialmente” quieres estar formado profesionalmente, hay que hacerlo. Aunque por supuesto, la mejor formación que existe, aunque no te la certifique ningún sello o membrete, es la del día a día, la que te otorgan tus fracasos y decepciones al igual que tus éxitos y alegrías. Siempre puedes aprender de algo, y de alguien, entrenador, padre, árbitro o jugadora. Como decían en el curso continuamente, siempre debes mantener tu mente abierta a todo .A pesar de que, como decía Lucas Mondelo también durante el curso: “Al final, todo es mentira”.
P.D. Muchísimas gracias por la entrevista, espero que nos veamos pronto por las canchas. Un saludo enorme a los lectores de JGBasket y mi más sincera enhorabuena a sus creadores y trabajadores. Seguid impulsando este precioso deporte tal y como lo hacéis cada día.
Entrevista realizada por Víctor Escandón Prada
Periodista y entrenador superior de baloncesto
Gabinete comunicación JGBasket