Stanley Roberts. Ex-jugador baloncesto. Foto Fernando Laura

Stanley Roberts. Foto Fernando Laura

Stanley Roberts (Hopkins, Carolina del Sur, 54 años), era un gigantón y corpulento pívot que jugó en el Real Madrid a comienzos de los noventa. Tras su paso por la Universidad de Luisiana, donde coincidió con Shaquille O’Neal y Mike Hansen, se estrenó como profesional en la capital de España en la temporada 90/91. Aunque solo permaneció una temporada en nuestro país, siempre será recordado como uno de los americanos más fuertes que han visto los aficionados españoles. Muchos todavía recuerdan la violencia con la que machacaba el aro, algo casi inaudito por entonces en las canchas españolas. Un año más tarde probaría suerte en la NBA, pero  desgraciadamente no tuvo suerte en la mejor liga del mundo.

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Mike Hansen se ha sumado a este trabajo de manera muy generosa con el siguiente testimonio sobre el que fuera su compañero en la Universidad de LSU. Sus palabras nos ayudarán a descubrir la faceta más humana de Stanley y cómo eran sus enfrentamientos con Shaquille O’Neal en la universidad.

MIKE HANSEN SOBRE STANLEY ROBERTS

Cuando me fichó Luisiana, fui compañero de habitación de Stanley durante mi primera temporada en LSU, el primer y único año que pudo jugar con esta universidad, ya que el año anterior no pudo hacerlo por problemas en los estudios. Como persona un 10, era una persona magnífica. Muchas veces se iba por la noche con su coche a comprar algo y me llamaba para preguntarme si me traía algo de comer del Burger King o Taco Bell, algo que nunca me ha pasado en los años que he jugado al baloncesto. Hicimos muy buena amistad. Era un tío que siempre se preocupaba mucho por ti. Era muy generoso. En la faceta deportiva, recuerdo unas batallas tremendas entre Stanley y Shaquille en los entrenamientos. Y en aquella época, le ganaba la partida Stanley a Shaq. Stanley tenía muchos mejores movimientos al poste bajo; tenía una calidad ofensiva muy superior a la de Shaq. Era mucho mejor, muy superior a Shaq, y prácticamente a cualquier pívot de USA en esa época. Al final de temporada las notas no fueron lo que él esperaba, le costaba ir a clase y no se pudor renovar la beca. Entonces se fue al Real Madrid. Fue un jugador que podía haber sido uno de los mejores pívots de la NBA, sin ninguna duda. Una bellísima persona fuera de la cancha. Y en la cancha, cuando estaba bien era totalmente imparable, una bestia, con muy buena mano y muy buenos movimientos al poste bajo.

¿A qué te dedicas en la actualidad, Stanley?

Respuesta.- Actualmente trabajo en Recursos Humanos (RH) para una empresa de
construcción industrial en Baton Rouge, Luisiana, como «Especialista en Captación de
Talentos». Soy responsable del reclutamiento, la contratación y las incorporaciones de la
empresa.

Después de tu exitosa etapa en High School (con dos campeonatos estatales consecutivos), donde eras el líder de tu equipo y uno de los jugadores más prometedores del país, llegas a la Universidad de Luisiana donde coincides con Mike Hansen y Shaquille O’Neal, entre otros.
El propio Mike me ha comentado que tus duelos con Shaq en los entrenamientos eran espectaculares y que en aquella época eras tú mejor, sobre todo ofensivamente. ¿Qué recuerdas de aquellos enfrentamientos con Shaq?

Cuando Shaquille se unió al equipo, incluso desde el primer día, aceptó su papel y se esforzaba por mejorar. En la universidad éramos inseparables y pasábamos mucho tiempo juntos. Su pasión y amor por sus compañeros de equipo y por el juego eran inigualables. Siempre estaba dispuesto a hacer cualquier sacrificio y no le importaba desempeñar el papel de líder para proteger al equipo, porque éramos una gran familia. En la universidad, Wayne Sims y Ricky Blanton me ayudaron como atleta para sacar lo mejor de mí, pero también eran conocidos por instigar algunas cosas, como la vez que Shaquille hizo un mate en mi cara en un partido de verano cuando era un estudiante de primer año. Gracias a que tanto Wayne como Ricky me gritaron al oído después de que me hiciera el mate, diciendo: «Stanley, ¿vas a dejar que un novato te haga eso en tu casa? Esta es tu casa», esto acabaría provocando una pequeña pelea entre Shaquille y yo, que irónicamente nos hizo más cercanos como amigos y compañeros deequipo. Dejando a un lado las bromas, le agradezco a Wayne que sea un gran amigo y que
siempre me haya cubierto las espaldas y que se merezca los elogios y la gratitud por haber influido en mi vida.

¿Pensabas por entonces que Shaquille O’Neal iba a llegar tan lejos en la NBA?

Respuesta.- Absolutamente. Si se observa la ética de trabajo de Shaq, su determinación y su objetivo de ser el mejor hombre grande de la historia de la NBA, era inevitable. ¡Siempre quiso ser el mejor! Como adolescente que creció en una familia de militares, Shaq tuvo la disciplina y la figura paterna que le sustentó a cumplir su sueño de la NBA.

Tras tu paso por LSU, los problemas con los estudios te impidieron acabar en la NBA y
decidiste probar suerte en Europa, fichando por el Real Madrid. ¿Cómo se produjo tu fichaje
por el conjunto blanco? Tengo entendido que el Real Madrid se presentó de madrugada en
tu casa para contratarte.

Durante mi segundo año mis notas bajaron y mi promedio de calificaciones fue inferior a 2,0.
Acabé perdiéndome el Draft de la NBA de 1990, y tenía dos opciones cuando volví al Campus de LSU. Opción 1: Renunciar a un semestre de baloncesto y volver a las clases. O la opción nº2: Abandonar. No quería quedarme en la LSU, así que decidí abandonar. Más adelante volvería a la LSU para obtener mi título y esa fue una de las muchas promesas que le hice a mi madre. Tenía un año para “matar” y tenía que pensar en mi siguiente paso. Recuerdo que hablé con el entrenador jefe de baloncesto de LSU, Dale Brown, a las 9:30 horas de la mañana, hablé con mi entrenador del instituto, Jim Childers, y luego firmé con un agente, Oscar Sheonfelt. Al día siguiente el Real Madrid se presentó en los Estados Unidos para fichar a Carl Herrera y vieron mi nombre entre los jugadores americanos disponibles y hablaron con mi nuevo agente, Oscar. Entraron en la oficina de Oscar a las 8 de la tarde y negociamos el contrato hasta medianoche. Querían que saliera al día siguiente, pero me picó una araña y acabé en el hospital unos días. Finalmente volé tres días después. Cuando llegué a España
estaba enfermo por la exposición al monóxido de carbono. Cuando firmé con mi agente en los Estados Unidos, recibí algunos fondos por adelantado de Oscar y compré una camioneta S10 Chevy Blazer mientras aún estaba en los Estados Unidos. Lo que no sabía era que el camión usado tenía algunos problemas de emisiones y que había monóxido de carbono en el interior del vehículo. Al llegar a España estaba enfermo y no me sentía bien. Acabé en cama y encerrado en un hotel durante un mes. Los médicos tenían humidificadores funcionando todo el día y yo estaba tomando un esteroide para reducir la inflamación de mis pulmones, ya que tengo asma. Así que, ¿qué puede hacer uno si está enfermo, atrapado en un hotel con un excelente servicio de habitaciones? Gané mucho peso y me presenté al campo de entrenamiento fuera de forma. Los medios de comunicación, los aficionados, los
entrenadores, la organización y mis compañeros de equipo estaban muy molestos y decepcionados conmigo. Fui al médico y me dio unas pastillas para eliminar líquidos y otras para adelgazar y controlar mi peso. El médico con el que estuve en contacto hablaba en inglés, pero algo se perdió en la traducción cuando nos comunicamos. Bajé una tonelada de peso, me puse en forma y, por suerte, me desmayé en la cancha de baloncesto. Resulta que estaba
tomando una pastilla de más al día. Eso es parte de la falta de comunicación entre el médico y yo. Una vez que rectifiqué todo con el equipo médico, me pusieron el apodo, ¡la BESTIA DE MADRID! Machaqué a todos los jugadores europeos . El otro día vi un vídeo en YouTube que se titula «Stanley Roberts hace un mate sobre Antonio Davis». Antonio era joven y recién salido de la universidad, pero la BESTIA DE MADRID no tenía piedad de los pívots rivales con los que tenía que enfrentarse.

Con tan solo 20 años fichas por el Real Madrid (temporada 90/91). ¿Cómo te adaptaste al equipo y a la nueva vida en España?

La adaptación llevó tiempo, pero disfruté de mi estancia en España. Por la noche iba en coche desde mi casa hasta las instalaciones donde entrenábamos. Hacía recorridos de prueba para asegurarme de que me sentía cómodo en los desplazamientos por Madrid. Entrenábamos dos veces al día, y también nos echábamos la siesta. Nuestra rutina consistía en levantarnos por la mañana, ir a entrenar, volver a casa, comer, ver la televisión, echar una siesta y luego ir al segundo entrenamiento del día. El tiempo de inactividad era mínimo. Cuando tenía algo de
tiempo libre visitaba la ciudad y disfrutaba de todos los lugares de interés. Por otro lado, estoy agradecido a todos mis compañeros de equipo durante mi estancia en el Real Madrid. Por mencionar algunos nombres, Carl Herrera, Antonio Martín, Walter Berry, José Biriukov y Pep Cargol fueron mis compañeros. Los jugadores grandes tienen un lugar especial en su corazón para los bases que les pasan el balón. Pep era mi hombre. Siempre me pasaba el balón y me facilitaba situaciones con altos porcentajes de tiros y mates.

¿Cuáles eran tus aficiones durante el tiempo que estuviste en Madrid? He leído que te
gustaba dormir y la comida española.

El baloncesto era mi único objetivo cuando estaba en el extranjero. Cualquiera que haya jugado en Europa sabe que la rutina era: Comer – Dormir – Entrenar – Jugar al baloncesto – ¡Y repetir!

Algunos de tus compañeros del Real Madrid, como Biriukov, me han comentado que cuando llegaste alucinaron contigo y que les impresionó tu fuerza, sobre todo cuando machacabas.

Respuesta.- Por algo me pusieron el apodo de LA BESTIA DE MADRID. Medía 7 pies, pesaba
más de 300 libras y era un problema en la pintura. El tamaño medio de un pívot en la Euroliga
es de 6-8 pies y 225 libras. Cara a cara, yo tenía ventaja para imponer mi voluntad y dominio sobre mis oponentes. Mi objetivo era hacer un mate siempre que pudiera. Se lo decía todo el rato a Shaq en la universidad, porque si te quedas corto no llegas a machacar. Mi fuerza proviene de mi naturaleza fuerte en el campo y del trabajo de fuerza con pesas que seguíamos en la universidad.

Aunque no fue un buen año para el Real Madrid, ganasteis de manera inesperada el Torneo de Navidad, derrotando al campeón de Europa, Pop – 84. Además, fuiste el mejor jugador del equipo. ¿Qué recuerdas de aquel torneo? La afición disfrutó mucho con tu juego.

Respuesta.- Mi cariño y agradecimiento a los aficionados por el aprecio que me mostraron tras los partidos. Ganar este torneo fue como ganar al Barcelona en su momento.

¿Por qué no fue un buen año para el Real Madrid?

Tengo un punto de vista diferente sobre la temporada 90-91 con el Real Madrid. Ganamos el Torneo de Navidad, también ganamos al Barcelona y jugamos la final de la Copa Korac, aunque perdimos en la final. En general, en mi humilde opinión, fue un año aceptable.

¿Qué es lo más positivo de tu temporada en el Real Madrid? ¿Y lo más negativo?

Respuesta.- Lo negativo: Pasamos por 3 entrenadores en una temporada. Eso fue un reto para nosotros. Lo positivo: Tuvimos grandes momentos, como cuando ganando al Barcelona y conquistamos el Torneo de Navidad. Y por supuesto la afición.

Tras un año en el Real Madrid decides probar suerte en la NBA. Orlando Magic, Los Angeles Clippers, Minnesota y los Rockets fueron algunos de tus equipos. Aunque hiciste buenas
temporadas, muchos pensaban que tenías cualidades para haber sido una estrella en esta liga. ¿Por qué no salieron bien las cosas en la NBA?

Todo el mundo no tiene la carrera perfecta que soñamos. Hay un sinfín de intangibles que pueden hacer descarrilar tu carrera. En mi caso, fueron las lesiones las que lastraron mi carrera y me limitaron a la hora de  mostrar todo mi potencial.

¿Cuáles han sido los momentos más duros o complicados que has vivido como jugador de baloncesto?

Respuesta.- Personalmente, permití que los medios de comunicación me arrancaran una parte de mí y compartieran relatos de mi vida que eran medias verdades. Como ser humano, no te pueden decir tantas veces que no estás en forma o que tienes sobrepeso. Las palabras que se utilizaron no fueron agradables. Llega un punto en el que deja de importarte y te retiras mentalmente. Mi mejor consejo es que salgas y hagas el mejor trabajo que puedas, que lo dejes todo en el campo y que te quieras a ti mismo.

¿Cuáles han sido los momentos más felices jugando al baloncesto?

El privilegio de estar rodeado de aficionados apasionados. Doy gracias a Dios y a mi difunta madre por haberme convertido en lo que soy hoy. Me enseñaron a amar al prójimo y a tratar a la gente como quieres que te traten a ti.

¿Cuáles son tus virtudes y defectos como persona?

Mi virtud es mi compasión y empatía por los demás. Mi defecto es una combinación de mis puntos fuertes que son utilizados en mi contra por personas equivocadas y oportunistas. Tengo un gran corazón y trato de mantenerme en el lugar adecuado. Si ser fiel a mí mismo y ser auténtico es un error, no quiero tener razón.

Para saber más sobre Stanley Roberts, te recomendamos la historia: «Tiers of Gratitude», escrita por Drew Stephens.

https://www.beyondthelegacy.com/blog/tiers-of-gratitude

Stanley Roberts. Ex-jugador baloncesto. Foto Fernando Laura

Stanley Roberts. Ex-jugador baloncesto. Foto Fernando Laura

 

Entrevista por Javier Balmaseda.
Colaborador JGBasket

Fotos Fernando Laura

Artículo publicado originalmente en planetacb.com el 7 de febrero de 2021

Stanley Roberts nació en Hopkins, Carolina del Sur el 7 de febrero de 1970 es un exjugador de baloncesto estadounidense que disputó 8 temporadas en la NBA, en 5 equipos diferentes, además de jugar en España (Real Madrid), Grecia, Turquía y Puerto Rico. Con 2,13 metros de estatura, jugaba en la posición de pívot.

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