Los de Oakland consiguen el mejor arranque de la historia de la NBA (16-0) después de barrer a los Lakers por 111-77. Ya habían igualado, tras su victoria ante Denver, el inicio de los Washington Capitols (1948-49) y de los Houston Rockets (1993-94). Obvia decir que también habían superado el mejor arranque de campaña logrado por el vigente campeón, el de los Celtics de la temporada 1957-58.
Un día histórico ante un rival, lejos de su mejor versión, al que han arrebatado la hegemonía californiana. El cambio generacional está servido, como se ha demostrado en este choque, y Kobe Bryant (1/14 en tiros), que pocos dudan ya que está ante su última temporada NBA, está años luz de Stephen Curry (24 puntos y 9 asistencias). Los Warriors mantuvieron ese ritmo anotador que desarbola a todos sus rivales y que les hace imbatibles. Esa capacidad anotadora que hace que no se les pueda dar por perdidos nunca, sin ir más lejos, ante los Clippers consiguieron remontar ¡23 puntos!
El quinteto que pasará a la historia igual que lo hizo, en su día, el de los Bulls formado por Harper, Pippen, Jordan, Longley y Rodman está compuesto por Stephen Curry, Klay Thompson, Harrison Barnes, Draymond Green y Andrew Bogut, teniendo como sexto hombre y MVP de las últimas finales por su defensa a LeBron James a Andre Iguodala. A ellos hay que sumar los Livingston, Ezeli, Barbosa, Speights…
En estos dieciséis encuentros, los Warriors son el equipo más anotador de la NBA con 114.3, puntos por partido, recibiendo sólo 98.3 puntos. Curry tiene el honor de ser el máximo anotador de la NBA, con 32.1 puntos por partido, y un porcentaje de tiro que supera el 50%. Es verdad que Klay Thompson (16.2 puntos por partido) está teniendo uno de sus peores arranques anotadores, pero más que por su falta acierto, se debe a la mayor responsabilidad que está asumiendo Curry. Además, hay que destacar el gran papel de Green –esta campaña estrenaba su contrato de 82 millones por cinco temporadas– que no para de evolucionar, siendo un puntal fundamental tanto defensiva como ofensivamente.
Mucho se está hablando de este comienzo y de las posibilidades reales de que batan el récord de los Bulls. Cada día sale alguien hablando de ello. Primero fue Ron Harper, base de Chicago en la temporada del 72-10, quien aseguraba que su equipo de entonces ganaría por 4-0 a estos Warriors. Luego, Barkley no quiso dejar pasar la ocasión de saltar a la palestra y fue tajante al afirmar que hace veinticinco años “les hubiésemos destrozado porque no les dejaríamos salir de los bloqueos. No como ahora que, con el cambio de reglas, no se les puede poner las manos encima”.
LeBron no ha dejado pasar la oportunidad de opinar sobre el tema y achaca esta gran racha a que “no se lesionan”. Estamos ante un equipo de leyenda y no sabemos aún dónde está su límite. Habrá que ver noche tras noche dónde dejan el récord y si son capaces de superar a aquellos Bulls que marcaron una época. Eso sí, de poco valdrán los récords si, al final, los de Oakland no ganan su segundo anillo.
Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete comunicación JGBasket
Foto: NBA Photo