España hizo los deberes y cumplió con la primera de las premisas en busca de su objetivo de clasificación para los octavos. Islandia, comparada con el resto de selecciones del grupo B, era, a priori, la más asequible sobre el papel, pero si algo han demostrado en su primera participación en un Europeo es que son un equipo muy combativo y con las ideas bien claras.

Los de Scariolo tienen que ganar a Alemania para pasar a la siguiente fase. Si perdiesen, sólo la derrota de Turquía, poco probable, ante Islandia, podría salvarles en el triple empate. Un triple empate que también les favorecería en la lucha por el segundo puesto, si ganan, Turquía gana e Italia pierde ante Serbia. Muchas cábalas y posibilidades, pero todo pasa por ganar a los germanos.

Mirotic, cansado de la polémica por atrapar la bandera, quiso reivindicarse y demostrar a qué había ido a Berlín. Un primer cuarto excelso del hispano-montenegrino (14 puntos) no era suficiente para romper el duelo. Los triples de Ermolinskij mantenían en el partido a una Islandia que basaba su juego en ataques rápidos, con penetraciones para buscar tiros abiertos desde el 6,75 (17 triples lanzados al descanso).

Los primeros compases del segundo cuarto parecían marcar las diferencias reales entre ambas selecciones, pero un 11-0 de parcial, con la aparición estelar de Stefansson (12 puntos). Volvían los nervios y los fallos en el tiro. Sólo la aparición de Pau Ribas, con dos triples, demostrando que no le afecta ser novato, permitía a España llegar al descanso con cinco puntos de ventaja (36-41).

El paso por vestuarios no provocó la pájara de días anteriores y los españoles salieron a sentenciar el encuentro con rápidas transiciones y buscando a Gasol en el poste bajo (21 puntos). La diferencia se fue ampliando hasta superar los veinte puntos (44-65) y Scariolo pudo repartir los minutos pensando en el crucial encuentro ante Alemania, dando descanso a Pau. Sin presión, los españoles afinaron su puntería desde el triple.

Un último cuarto sin historia, en el que se produjo el debut de Pablo Aguilar y en el que la renta se mantuvo siempre rondando la veintena de puntos. Un partido del que no se pueden sacar muchas conclusiones por el nivel del rival y que sólo ha servido para que España supere el trámite antes de jugarse el ser o no ser en la competición.

Islandia, 73 – España, 99

Por Víctor Escandón Prada
Periodista y entrenador superior de baloncesto
Analista JGBasket Eurobasket 2015

Foto: FIBA Europe

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