La selección española recuperó el cetro europeo en un gran partido ante Lituania. Los de Scariolo han ido de menos a más, realizando uno de los partidos más completos de todo el campeonato en la final. Una vez más, el MVP del Europeo, Pau Gasol (25 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones) volvió a ser el bastión de un equipo con mayúsculas, cerrando el círculo de una generación, la del 80, que empezó a escribir su historia con la absoluta en la final del Europeo de 2003. Un oro que demuestra que lo del pasado Mundial fue un accidente, provocado por las “muchas distracciones que hubo”, según apuntó Gasol.

Llegar a la final no era suficiente. Sin confianzas. Así entró España al partido. Llull encontraba huecos para anotar y las ayudas en defensa ante las penetraciones lituanas cerraban el aro español. El pick and roll de Llull y el Chacho –elegido en el quinteto ideal– con Pau Gasol funcionaba y los de Scariolo se empezaban a despegarse en el marcador (19-7).

Lituania trataba de meterse en el partido con una defensa 2-3, pero un gran Rudy y el de siempre, Gasol (14 puntos al descanso), ponían el 34-18. Kalnietis y los rebotes ofensivos (13 en la primera parte) permitían a los lituanos no irse completamente del choque. Está claro que los lituanos no habían llegado por casualidad a la final. Sus porcentajes de tiro estaban lejos de lo que habían sido durante el campeonato, pero si por algo se caracterizan es por ser jugadores de rachas. Tres triples, prácticamente, consecutivos –dos de Seibutis y otro de Maciulis sobre la bocina– les daban vida y les dejaban a ocho puntos al descanso (41-33).

España consiguió ajustar su defensa tras el descanso y el equipo jugaba al ritmo que marcaba Llull para lo bueno y lo malo. Una asistencia suya colocaba el 52-35 en el electrónico, pero dos pérdidas de balón consecutivas daban aire a una selección que se veía completamente desbordada por el aluvión de juego español. Un duro bloqueo a Rudy acabó con esa espalda maltrecha que tantos problemas le ha dado en todo el Europeo. Lejos de venirse abajo, esta selección ha demostrado crecerse en las adversidades y Claver desde la esquina le daba la máxima ventaja a los de Scariolo (60-42).

Diez minutos separaban a la selección de su tercer oro. España se atascaba y los puntos no llegaban. Tampoco anotaba con facilidad Lituania, lo que permitía que la renta se mantuviese por encima de los diez puntos. Un triple de Gasol, el único que lanzó en todo el partido, a falta de minuto y medio, certificó una victoria que se había gestado durante todo el encuentro y que permitió que todos los jugadores formasen parte del triunfo en la cancha.

España, 80 – Lituania, 63

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista y entrenador superior de baloncesto
Analista JGBasket Eurobasket 2015

Foto: FIBA Europe

 

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