Era muy importante arrancar bien el campeonato para disipar las dudas surgidas en la preparación y que los nuevos jugadores cogiesen confianza de cara al resto de la competición. Y así fue. España solventó bien el primer compromiso con una gran actuación grupal y mejorando en uno de sus puntos negros hasta ahora, el tiro de tres, logrando un fantástico 45,5% (15/33).

Es cierto que Bulgaria no es un rival que sirva para medir las opciones reales de la selección, pero sí una buena piedra de toque para ver las sensaciones y el rendimiento de algunos jugadores hasta ahora cuestionados. España saltó muy concentrada en defensa y acertada en ataque, lo que le permitió encarrilar pronto el partido y acabar el primer cuarto dominando por 28-17, con Lorenzo Brown –máximo anotador con 17 puntos y 5 asistencias– llevando el ritmo de juego, anotando y repartiendo asistencias, siendo el canalizador ofensivo de España. Su calidad es incuestionable lo que falta por saber es si su adaptación al grupo será lo suficientemente rápida.

En el segundo cuarto, la entrada de la llamada segunda unidad, dio un plus de intensidad a la defensa, sobre todo tras la aparición en pista de Garuba y la última incorporación, Alberto Díaz, el base de Unicaja –descartado y luego, nuevamente, convocado tras la lesión de Llull– sabe para lo que ha venido y su trabajo sobre Dee Bost hizo que el base rival pasase inadvertido durante la primera mitad. Al descanso, 57-35 y partido decidido.

Tras el paso por vestuarios y ante la importancia de dosificar en una competición con tantos partidos en pocos días, Scariolo fue rotando y la relajación de ambos equipos hizo que las defensas pasasen desapercibidas y los ataques anotasen con mucha facilidad –32-31 para España en este tercer cuarto–. Lo que sirvió para que Vezenkov, demostrando que es el jugador franquicia de Bulgaria, mejorase sus números (26 puntos y 11 rebotes) ante la falta de aportación de Bost.

Quedaban diez minutos y aunque el partido estaba resuelto, era importante mejorar las sensaciones del cuarto anterior, el técnico español siguió con los cambios y dio entrada a Sebas Saiz, el único que faltaba por jugar. La selección continuó anotando con facilidad ante la pasividad rival para cerrar el duelo con una victoria contundente (114-87).

Buen partido en líneas generales de todo el equipo, Rudy cumplió como siempre en ambos lados del campo; los hermanos Hernangómez dieron ese paso adelante que se espera de ellos, sobre todo, Juancho, que, por fin, vio aro desde el triple, mientras que Willy (16 puntos y 6 rebotes) se encargó de dominar ambas zonas. De los nuevos, además de Brown, los Jaimes, Pradilla y Fernández, estuvieron acertados en ataque, demostrando que pueden ser un revulsivo importante.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

Foto: FIBA Europa

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