El Real Madrid es el justo vencedor de Liga ante un Kirolbet Baskonia sublime, que claudicó ante un equipo de ensueño, lleno de talento. Los blancos remontaron la final y pusieron el 3-1 después de vencer el cuarto partido de la serie en Vitoria, gracias a un Rudy colosal –27 puntos–, MVP de la Final, y a una canasta imposible de Doncic, en su último partido en la ACB.

Los vitorianos sabían que solo les valía la victoria y, quizá por la presión, salieron un poco atenazados. Con Tavares intimidando en la zona y flotando a Shengelia para que el georgiano tomase responsabilidades y lanzase de fuera, el Madrid había conseguido enfriar el comienzo del duelo. Tuvo que salir el jugador más caliente de los locales, Matt Janning, para anotar dos triples consecutivos y estirar por primera vez el marcador (21-14), aunque los de Laso se sobrepusieron antes del final del primer cuarto para apretar el marcador.

El segundo cuarto tuvo un protagonista principal, Rudy Fernández. El mallorquín, a punto de renovar con los blancos, fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa baskonistas y con 17 puntos, cuatro triples incluidos, dio la vuelta al marcador. Pedro Martínez seguía sin dar con la tecla e introducía a Granger a ver si el base uruguayo conseguía encontrar el ritmo que más le conviniese a su equipo. El Madrid parecía superior, pero la ventaja en el juego no se reflejaba en el electrónico al descanso (48-52).

El choque se enmarañó tras el descanso, los madridistas aumentaron su intensidad defensiva y cada ataque era una batalla. Rudy seguía a lo suyo, mientras sus compañeros tocaban todos los balones, lo que les permitía robar balones en posiciones cercanas al aro para anotar con facilidad, sobre todo, Ayón que sin hacer ruido, iba aumentando su casillero de puntos –14, en total–, mientras Janning fallaba una bandeja para cerrar el cuarto.

Con ocho puntos abajo y diez minutos por delante, los locales tenían que aumentar sus prestaciones ofensivas si querían mantener viva la esperanza. El crono corría en contra de los intereses de los vitorianos que solo eran capaces de anotar esporádicamente. El sexto triple de Rudy le daba, a falta de seis minutos, la máxima renta a su equipo (64-75).

No era el momento de tirar la toalla después de haber llegado hasta aquí y eso debió de pensar Beaubois que, con cinco puntos consecutivos, volvió a dar un halo de esperanza a Baskonia (71-75). El partido se apretaba, era el momento de los valientes y ahí, apareció Doncic, el MVP de la Liga Endesa, de la ligar regular y de la Final Four de la Euroliga, muy discreto hasta ese momento, anotó otra de esas canastas para la historia que solo él es capaz de inventar. Un triple a una pierna hacia atrás y sobre la bocina. Fue la puntilla para los locales antes de que Campazzo rematase la faena con dos triples en el último minuto.

Una final para el recuerdo, con dos equipos espectaculares, y que ha supuesto la despedida de Luka Doncic de la Liga Endesa. Ahora solo queda esperar cuál será su destino en la NBA. El Real Madrid tendrá que llenar el hueco dejado por un jugador de leyenda.

Final Liga Endesa

Real Madrid, 90–Kirolbet Baskonia, 94

Real Madrid, 98–Kirolbet Baskonia, 91

Kirolbet Baskonia, 78–Real Madrid, 83

Kirolbet Baskonia, 85–Real Madrid, 96

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete comunicación JGBasket

Fotos: ACB Photo / Arrizabalaga

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