No es fácil afrontar una final ante tu público y con la vitola de favorito. Los griegos lo sabían y quisieron desde el inicio meter aún más presión al Real Madrid, aguantando sus embestidas iniciales y cortándoles el ritmo de juego. No estaban cómodos los blancos, mientras, en Olympiacos, Lojeski las metía de todos los colores y diez puntos suyos ponían el 12-16 en el electrónico. Laso no daba con la tecla y, en los primeros ocho minutos, ya habían circulado por la pista los cinco pívots madridista.

A falta de buen juego, había que tirar de casta y, para eso, no hay nadie mejor que Nocioni. El argentino, junto con Maciulis (9 puntos), dieron otro aire al equipo y voltearon el marcador en un segundo cuarto. Es cierto que los griegos ayudaron con su desacierto desde el tiro libre (6/14). Spanoulis no estaba fino, pero tampoco lo había estado en la primera parte de la semifinal y ya sabemos lo que pasó, pero hoy no hizo acto de presencia (3 puntos y -2 de valoración).

Laso encontró el quinteto idóneo con cuatro pequeños más, primero, Felipe y, luego, Slaughter. Lejos quedan aquellos tiempos en los que se acusaba al Madrid de no llegar a las Final Four por no tener un 5 dominante. Está claro que no hacía falta un pívot poderoso sino un estilo de juego acorde con el equipo. Un estilo propio que le ha llevado a tres finales consecutivas, aunque, hoy, más allá del juego había que ganar.

Un triple de Rudy daba, tras el paso por vestuarios, la máxima renta a los suyos (40-29). Un punto de inflexión que podía marcar el desenlace, pero si algo han demostrado estos griegos es que nunca se rinden. Un parcial de 0-12 y vuelta a empezar. Ahí apareció Carroll para anotar once puntos consecutivos –tres triples– y poner, de nuevo, tierra de por medio (53-44).

Quedaban diez minutos para dilucidar el campeón, los nervios se apoderaron de ambos equipos, provocando numerosas pérdidas y malas selecciones de tiro. Entonces emergió Nocioni –MVP– para anotar un triple y cerrar el aro con la enésima muestra de su poderío físico para finiquitar el choque. No fue el fichaje más mediático y atractivo para los aficionados, pero se ha ganado el respeto y el cariño de la afición a base de trabajo y títulos, haciendo olvidar a Mirotic. Los piques finales, aunque sobran y vuelven a dañar la imagen de Rudy, no empañan una Novena muy merecida.

Semifinales. Viernes, 15 de mayo

CSKA Moscú, 68 – Olympiacos, 70

Real Madrid, 96 – Fenerbahçe, 87

Tercer y cuarto puesto. Domingo, 17 de mayo

CSKA Moscú, 86 – Fenerbahçe, 80

Final. Domingo, 17 de mayo

Real Madrid, 78 – Olympiacos, 59

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Analista Euroliga para JGBasket

Foto: Euroleague

 

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