Todos los amantes del buen baloncesto disfrutarán de seis jornadas maratonianas en el Basketball Arena, en los que podrán disfrutan ininterrumpidamente de todos los partidos de ambos grupos, incluidos los de este grupo B. Sobre el papel, la nómina de selecciones parece más asequible que la del grupo A, sin embargo no podemos olvidar qué torneo se está disputando, y el duro peaje que han tenido que pasar todas las selecciones para llegar a él, con lo que cualquier rival puede ser capaz de dar la sorpresa, y complicar la vida a equipos teóricamente más favoritos.

ESPAÑA:

La selección dirigida por Sergio Scariolo tiene como objetivo el alcanzar la lucha por las medallas, una tarea nada sencilla, hay que recordar que sólo se han conseguido a lo largo de la Historia de los Juegos Olímpicos dos medallas de plata, en Los Angeles 84, y Pekín 2008. En la retina de muchos todavía se encuentra la magnífica final disputada ante Estados Unidos, y en la que se estuvo muy cerca de alcanzar la gloria. Precisamente esa es la espina clavada en el orgullo de una generación de jugadores irrepetibles en nuestro baloncesto nacional, y si todo va según el guión marcado, en Londres volverán a enfrentarse en la final. Para ello, el desarrollo del torneo para ambas selecciones debe ser perfecto.

Con seis caras nuevas respecto a la cita de Pekín, las incorporaciones de Llull, San Emeterio, o Ibaka aportan savia nueva a un núcleo de jugadores fijos en las convocatorias desde hace más de 10 años, y que también, al igual que otras grandes selecciones, se encuentran ante el último gran tren en sus carreras para poder alcanzar el único torneo que les falta por conquistar. La gran preocupación del combinado español es el estado de forma de dos de sus mayores pilares, el pívot Marc Gasol, aunque su participación no corre peligro, y especialmente la de Juan Carlos Navarro, líder natural de este grupo, y cuya influencia en el juego de ataque es máxima, como se demostró en el Eurobasket. Su capacidad para abrir defensas, y generar desequilibrios sólo está al alcance de unos pocos privilegiados en el mundo. Durante los partidos de preparación se ha visto una mayor participación de Ibaka en el juego de ataque, su tiro a media distancia es un arma a sumar al potencial del equipo, que además ve como incrementa la intensidad defensiva con él en pista, no es de extrañar que forme pareja con Pau Gasol, algo más liberado de tareas defensivas. Tras una temporada compleja, el oasis que supone la selección para Pau debe servirle para acallar los innumerables rumores en torno a su figura. El trabajo de Scariolo en las rotaciones es básico para mantener frescas las piernas de estos jugadores en los momentos calientes de los partidos. La presencia de Sergio Rodríguez supone aire fresco, y la capacidad de jugar los partidos con varios ritmos diferentes, como todo jugador talentoso, el problema radica en la falta de lectura de juego en estático, y el número de balones perdidos a lo largo de los partidos. El apoyo de Llul, o el propio Calderón como segundo base en pista debe suponer un punto de apoyo al equipo.

Pau Gasol, Navarro, Calderón, Felipe Reyes, son iconos de una generación, la del 80, que toca a su fin en las grandes competiciones internacionales. Este hecho debe suponer un punto extra de motivación, y ambición para ellos, que a su vez, guíe al equipo. Son muy pocas las selecciones en el mundo capaces de cambiar el guión de un partido ante el combinado español, la disciplina táctica impuesta por Scariolo, que favorece la llegada de balones a zonas claves en el juego ofensivo, y el conocimiento del cuerpo técnico sobre el rival, confieren un potencial muy grande a este conjunto.

BRASIL:

La selección canarinha parte como una de las tapadas en este torneo, y es que no tiene la publicidad, o tradición que otras selecciones sí tienen, sin embargo el potencial de esta plantilla debería hacer temblar a muchos equipos, especialmente en el juego interior, donde el carrusel de talento, y físico es prácticamente interminable, empezando por dos jugadores especialistas en materia defensiva, como Anderson Varejao, y Nene Hilario, siguiendo por la calidad, y el juego de espaldas al aro de Thiago Splitter. Junto a ellos, un clásico, Giovanonni, complementará el juego interior del equipo brasileño, que cuenta como quinto hombre con Caio Torres, un viejo conocido de la afición estudiantil.

En el partido amistoso en el que pusieron contra las cuerdas al combinado americano destacó la dirección de Marcelinho Huertas, clave para el éxito de este equipo, siendo capaz de hacer funcionar a todos los jugadores de perímetro, que son algo más anárquicos de lo normal. Sin embargo la capacidad de anotación de Barbosa, todo un especialista en la NBA, o de Alex García, es un arma difícil de contrarrestar para las defensas rivales, que tratarán de ahogar el juego ofensivo, y la fluidez del ataque carioca a base de defensas alternativas, en las que sólo Marcelinho es capaz de desenvolverse con cierta soltura. El acierto en el lanzamiento exterior puede resultar clave para que este equipo pueda entrar en la lucha por las medallas. Hay un gran potencial, y tampoco hay que olvidar que serán los siguientes anfitriones de unos Juegos Olímpicos, en Río de Janeiro en 2016. ¿Llegará el incombustible Marcelinho Machado a esa cita?

AUSTRALIA:

Con la ausencia por lesión de su gran referencia, Andrew Bogut, esta selección se presenta algo más debilitada que en otras participaciones, sin embargo el equilibrio en todas sus líneas es un punto a favor de ellos, menos calidad, pero más compensada. El gran lunar de este equipo será el puesto de base, por doble motivo, primero por el físico de sus dos jugadores, ambos superan con dificultad el 1,80, y segundo por la inexperiencia de ambos en el mundo FIBA. Patrick Mills es un eléctrico base de los San Antonio Spurs, cuyo rol es más bien secundario, alejado de los focos que concentra el galo Tony Parker, y que no se caracteriza especialmente por su templanza, ni su capacidad para generar juego para sus compañeros, el base suplente en la selección Aussie será Dellanova, un jugador de una universidad de segunda división de la NCAA, por lo que no es de extrañar que otros jugadores como Gibson asuman tareas de dirección, especialmente si los dos primeros espadas están cargados por faltas.

Viejos conocidos de la liga ACB formarán parte de este combinado, Joe Ingles, con un mayor protagonismo, se convertirá en una referencia en ataque para los suyos, junto a él, dos gladiadores de los tableros, Matt Nielsen, y David Andersen, cuya vuelta al viejo continente ha supuesto una segunda juventud. Aleks Maric completará la rotación en el interior de este equipo, que se presenta en Londres sin ningún tipo de presión, y que no dudará en ser uno de los equipos que presente un juego más alegre, y vistoso, como tradicionalmente ha hecho en las últimas citas olímpicas.

CHINA:

Bob Donewald tiene la gran responsabilidad de ponerse al frente de una selección joven, y con una capacidad física también a la altura de los mejores equipos de este torneo. Siempre es una incógnita cómo competirá el combinado chino en cualquier cita internacional, tan sólo Jianlian Yi juega fuera de su país, en los Wizards de la NBA, aunque su rol en el equipo es prácticamente testimonial. Eso no implica para que sea la referencia en esta selección china, puesto que posee unas cualidades espectaculares para jugar a este deporte. A su privilegiado físico hay que sumar la polivalencia en su juego, eficaz cerca, y lejos del aro, sin embargo tiene un problema de difícil solución, una falta de liderazgo, y cierto toque de indolencia que desespera a todos sus entrenadores, una lástima para un jugador que tiene de nuevo un escaparate en Londres magnífico para limpiar esa imagen negativa sobre su figura.

La complicada situación política de China es la causante de las escasas fugas a ligas extranjeras de sus jugadores, al igual que con otras selecciones son dos, tres equipos los que copan la práctica totalidad de los jugadores convocados para Londres. Hay que sumar que estos últimos años, la liga china ha ido adquiriendo una relativa importancia a nivel internacional, siendo destino principal de muchos jugadores durante el lockout. Los altos sueldos a los jugadores extranjeros, y la absoluta libertad, véase el caso de JR Smith, ausente al 80% de los entrenamientos, ha aumentado el nivel competitivo de esta liga, que además se ha enriquecido con la presencia de numerosos entrenadores llegados desde Estados Unidos. La salida de Kazlauskas como seleccionador, y la llegada de savia americana, nos da una idea de las líneas generales que puede presentar este equipo, cuya principal laguna será de nuevo el plano defensivo. La buena imagen dejada en Pekín por jugadores como Yi, Shipeng o Liu, con su tremendo acierto desde el perímetro, deberá volver a repetirse en Londres si China desea pasar esta primera ronda.

REINO UNIDO:

Las expectativas sobre esta selección son muy altas en esta cita, de hecho son los anfitriones del torneo, y para ello han trabajado duramente los últimos cuatro años, con el objetivo de cumplir un papel más que digno, y todo pasa por conseguir el pase a los cuartos de final. Con la baja de su hombre más importante, Ben Gordon, toda la responsabilidad, y los focos se centran en Luol Deng, excepcional alero de los Chicago Bulls, cuya versatilidad será la pieza angular sobre la que girará el juego ofensivo del conjunto británico, por sus manos pasarán gran parte de los balones del equipo. Pero no podemos olvidarnos de dos jugadores interiores que darán mucho que hablar, el ex NBA Pops Mensha Bonsu, un jugador que si hubiese tenido una cabeza más asentada con las condiciones físicas que posee, sería realmente difícil de parar, y el nuevo jugador de los Blazers, Joel Freeland, del cual hemos podido disfrutar varios años en la ACB, corazón, y calidad, siendo de los pocos interiores capaces de generar peligro cuando echa el balón al suelo. Otros viejos conocidos como Sullivan, y Archibald, se encargarán de las rotaciones de estos jugadores, sus minutos de calidad pueden resultar determinantes para no descolgarse en el marcador durante los partidos.

La línea exterior conoce perfectamente el rol que debe asumir en el equipo, y jugadores como Johnson o Boateng encajan en los esquemas de su entrenador, el norteamericano Chris Finch. Los espacios que genera Deng son aprovechados para conseguir lanzamientos desde el exterior con cierta facilidad. El gran punto a favor con el que contará este equipo será el apoyo incondicional de su público, factor que puede resultar decisivo para doblegar a los rivales más directos para obtener el pase hacia cuartos.

RUSIA:

Otra selección que obtuvo brillantemente su pase en el preolímpico de Venezuela, y que es clara aspirante a todo en este torneo. Con todas sus estrellas en el equipo, David Blatt ha conformado una plantilla con una amplia experiencia internacional, y que atesora una gran calidad, ingredientes básicos para alcanzar cualquier objetivo que se propongan. Al frente del grupo se encuentra Kirilenko, un jugador del que sobra cualquier tipo de presentación, sólo el dominio demostrado esta temporada en la Euroliga sirve como muestra de lo que es capaz de aportar al conjunto ruso, anotación, rebote, intensidad en defensa, inteligencia, el pack completo de un jugador que se puede permitir el lujo de rechazar la NBA. El único lunar que se le puede poner a este equipo es la posición de base, en la que sólo cuenta con Khvostov como único base puro, un joven talento bastante irregular, que no ha terminado de explotar en el baloncesto profesional las espléndidas cualidades que apuntaba en cadete-junior. No será raro ver a jugadores como Ponkrashov, o Shved desempeñar las tareas de dirección. Éste último dará el salto a la NBA esta temporada, y es otro diamante en bruto que rebosa de talento, será uno de los revulsivos que David Blatt pueda emplear saliendo desde el banquillo. Khryapa, Kaun, y Mozgov conforman un juego interior muy sólido, aunque sólo el primero posea ciertas cualidades para el lanzamiento exterior, sin embargo los dos últimos serán dos rocas muy duras en posiciones cercanas al aro, y claves para el control del rebote en los partidos.

Hablar de Rusia es hablar de talento para la anotación, y de un carácter competitivo que les confiere una peligrosidad muy alta para los rivales. A ello hay que sumar la labor de su entrenador, David Blatt, un referente en los banquillos de Europa, y máximo exponente del control de los partidos desde el plano defensivo, experto en defensas zonales que atascan a los ataques rivales, sin dejar de lado la practicidad en el juego ofensivo, aprovechando las características de sus jugadores. Rusia no se clasificó de forma directa, sin embargo dará mucho que hablar en este torneo.

 

Por Alex Senra del Cerro
Entrenador superior baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

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