Después de una grave y larga lesión siempre llegan las dudas y la incertidumbre a la hora de regresar. Por eso, cuando Marc Gasol se rompió el escafoides del pie derecho en febrero, la primera incógnita era saber si llegaría para los Juegos Olímpicos, trabajó intenso para lograrlo, pero un par de semanas antes del comienzo de la cita en Río, fue descartado. Algo lógico si nos ponemos a pensar la presión que tuvo que ejercer Memphis para que su jugador descansase hasta el comienzo de la temporada, a sabiendas de los más de veinte millones de dólares que iba a cobrar esta temporada.

Las dudas las ha despejado de un plumazo en tres meses de competición. Eso sí, con un cambio radical en su juego, propiciado por la forma de entender el ataque de su nuevo entrenador: David Fizdale. El técnico que, en su etapa en Miami, ya había probado a Chris Bosh como cinco abierto y funcionó, le propuso a Marc dar un paso más en su carrera, abandonando la pintura y saliendo a tirar de media y larga distancia.

Los números acreditan su nuevo rol. En sus ocho campañas anteriores en la NBA, el mediano de los Gasol había anotado 12 de los 66 triples que había intentado. En lo que va de temporada lleva 46 convertidos de 106 intentos, demostrando que se ha adaptado perfectamente a lo que le ha pedido su entrenador. Su 43,4% le convierte en uno de los jugadores con mejor porcentaje de la liga. Algo que puede parecer sorprendente, pero no para un jugador que, año tras año, se ha ido superando y quitándose la etiqueta de hermano de Pau.

Las cifras resultan más transcendentales si analizamos el momento en el que se están produciendo esos tiros. Ante los Pelicans anotó un triple a lo Stephen Curry, con step back incluido para forzar la prórroga (igual ante los Wizards) en un partido en el que consiguió el segundo triple-doble de su carrera con 28 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias. Un tiro suyo desde la línea de tres puntos ante los Clippers sirvió para darle la victoria a su equipo. Esta nueva faceta está sorprendiendo a sus rivales que, van a tener que cambiar el chip a la hora de defenderle, si no quieren ver como anota cómodamente desde lejos.

El mal momento por el que atraviesa Randolph y la baja por lesión de Conley hasta hace un par de partidos, obligaron a Marc a dar un paso al frente en el ataque de los Grizzlies. Sin ir más lejos, en el último encuentro dio una exhibición ofensiva con 38 puntos ante Detroit, igualando su mejor marca y volviendo a demostrar el gran momento por el que atraviesa con un 82,4% en tiros de campo (2 de 3 en triples), 5 asistencias, 2 robos, 2 tapones y 4 asistencias.

Para un jugador que en la temporada 2012/13 fue elegido mejor defensor del año, la nueva forma de jugar de su equipo, con jugadores más abiertos y un ritmo más veloz, le está favoreciendo (20,1 puntos por partido) y ya apunta a su tercer All-Star, aunque no lo tendrá nada fácil porque tiene que competir por un puesto en el quinteto titular con jugadores de la talla de Draymond Green, Kawhi Leonard, Kevin Durant, Blake Griffin, Anthony Davis… Un nuevo reto para un jugador que está demostrando no tener techo en la mejor liga del mundo.

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket

Foto: NBA Photos

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