El Fuenlabrada ha hecho el mejor arranque de su historia, con cinco victorias y sin conocer la derrota comparte el liderato con el Real Madrid. Los focos se centran en su entrenador, Néstor García, que ha conseguido transmitir su fuerte carácter a los jugadores, haciéndoles no rendirse y convirtiéndoles en un equipo sólido y solidario que está acaparando todos los halagos en este comienzo de temporada.

Como buen argentino, se desgañita desde la banda gritando, dando órdenes y gesticulando. Apodado el “Che” en su etapa en Puerto Rico por compartir nacionalidad con el ilustre guerrillero, ha tenido que luchar mucho para aterrizar en Europa, pero su larga y talentosa trayectoria en Sudamérica, le ha labrado un currículum envidiable que le ha permitido acabar en la ACB de la mano de un Fuenlabrada, que ha apostado fuerte y, de momento, no le ha podido salir mejor.

Con más de media vida dedicada al baloncesto, Néstor García, después de proclamarse campeón del Sudamericano con Argentina, llevó a la cima a la selección de Venezuela. La Vinotinto logró dos Campeonatos Sudamericanos consecutivos y el FIBA Américas 2015. Todo un éxito que le valió ser reconocido como un gran entrenador, aunque antes había dejado ya su impronta Argentina, Brasil, Puerto Rico, Uruguay, México y Catar. Tenía la espinita clavada de no haber podido entrenar en Europa, porque aunque, algunos clubes se habían interesado anteriormente por él, nunca llegó a concretarse su fichaje. Por eso, cuando este verano recibió la llamada del presidente fuenlabreño, no lo dudó, hizo las maletas y cruzó el charco. Su estilo ha calado en la afición y en los jugadores, que valoran su forma de trabajar, su carisma y su positividad.

Lejos de lo que podría parecer al no contar con experiencia en España, se ha adaptado perfectamente a la competición, gracias, en parte, a contar como base con Gregory Vargas, con el que ha compartido los éxitos de la selección venezolana y que ha demostrado una conexión entre el banquillo y la pista que está resultando determinante. La llegada de Vargas ha permitido a Popovic jugar de dos, dándole una mayor libertad, que le ha permitido volver a mostrar su mejor versión.

A eso hay que sumar que cada jugador está dando el máximo de su nivel, el espectacular comienzo de un portento físico como Christian Eyenga, la regularidad de Sekulic, el acierto de Paco Cruz y la gran labor de O´Leary, que ha pasado a tener un papel más protagonista esta campaña. No nos podemos olvidar del crecimiento de Rolands Smits, ese letón que llegó con 17 años al EBA de Fuenlabrada y que ha ido, pasito a pasito, hasta asentarse en el primer equipo.

El éxito de este Fuenlabrada radica en el equilibrio. Un equilibrio que se refleja tanto en la plantilla, con una mezcla de jóvenes y veteranos, como en el juego, con un ataque vertical y, a la vez, con una fuerte y asfixiante defensa. Es cierto que esto no ha hecho más que comenzar, pero el carácter y la humildad de Néstor García servirá para que cuando lleguen las derrotas, el equipo no se descomponga y siga haciendo disfrutar a los amantes del baloncesto.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete comunicación JGBasket

Foto: ACB Photo / E. Cobos

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