Que LeBron James levanta filias y fobias entre los aficionados al baloncesto es todo un hecho. En todas estas temporadas en la NBA, además de hacer historia, no ha dejado indiferente a nadie y siempre que ha tenido que decidir sobre su futuro ha generado tal expectación que se ha convertido en asunto de estado. Por eso, cada vez que habla, sus palabras son analizadas con lupa.

La última polémica ha surgido a raíz de sus declaraciones sobre la posibilidad de que Anthony Davis pudiese jugar con él en Los Ángeles, ya que, según señaló, “sería increíble tenerle en los Lakers”. Lejos de quedar en un mero comentario, los dueños de varias franquicias han instado a la NBA a que le sancionen, basándose en una norma, principalmente, aplicable a los directivos por la que se prohíbe persuadir o atraer para su club a cualquier jugador con contrato con otro equipo miembro de la NBA.

Las franquicias más pequeñas saben la repercusión que pueden tener estas palabras y lo atractivo que resulta para un jugador ir a un equipo histórico. La NBA ya sancionó en dos ocasiones a los Lakers con multas económicas por casos parecidos con Paul George y Antetokounmpo, pero parece que, en este caso, no hay pruebas suficientes para demostrar que LeBron y la franquicia se han puesto de acuerdo para llevar a cabo una campaña a favor del posible fichaje del jugador y, por lo tanto, todo apunta a que no será sancionado.

Lo que es un hecho es que James pasa de las críticas. Lejos de amedrentarse, volvió a dejar claras sus preferencias sobre futuros compañeros con los que le gustaría compartir vestuario, sumando a la lista a Kevin Durant, Jimmy Butler, Ben Simmons, Joel Embiid, el ya mencionado Antetokounmpo y, el nuevo fenómeno mediático, Luka Doncic. El esloveno recogió el guante y se mostró encantado de que LeBron le incluya en ese selecto grupo, recordando que “todos sabéis que es mi ídolo y quizá podamos jugar juntos algún día, ya veremos”.

Pero por mucho que la estrella de los Lakers quiera, hay jugadores que parecen no querer ser eclipsados por el de Akron. Después de la marcha de Kyrie Irving de Cleveland, dos de los jugadores nombrados por LeBron parecen darle, de momento la espalda. Uno de ellos ha sido Butler, que este verano buscó con ahínco el traspaso por parte de Minnesota, pero descartando de su terna de candidatos a los Lakers, ya que no quería estar a lo sombra de James. Algo parecido a lo que le pasó también a Kawhi Leonard al que le atraía la idea de recalar en Los Ángeles, pero la llegada del “23” le hizo cerrar la puerta a los de púrpura y oro.

Otro de los que parece que no se unirá a LeBron es Kevin Durant, que el próximo verano será agente libre. El alero de los Warriors señaló que la atención sofocante de los medios de comunicación alrededor de James no ayuda en absoluto, ya que “tiene muchos seguidores entre los periodistas y entiendo que nadie quiera vivir en ese ambiente con tanta presión porque es tóxico”, aunque reconoce que “para nada es culpa de LeBron”. Además, matizó que dependiendo el tipo de jugador que sea tiene más sentido unirse a James o no.

Parece que a LeBron le va a costar reclutar estrellas para los Lakers, pero, de momento, parece que no le hacen falta en este arranque de temporada, ya que su equipo se encuentra asentado en zona de playoff y cerca del líder. No obstante, seguro que de James seguirá dando mucho de qué hablar.

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

Foto: NBA Photos

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