Los entrenadores somos una parte importante del deporte, lo sabemos. La sociedad a veces no lo sabe. Pero a veces no pensamos que esperan los deportistas de nosotros y nos perdemos.

El primer concepto histórico de entrenador fue que era alguien que estaba para llevar a los deportistas hasta donde ellos querían.

Ahora este concepto ha cambiado. Ahora las personas somos más individualistas.

Nuestro valor verdadero viene cuando somos capaces de llevar a los deportistas a algo bueno para ellos.

Los estilos autocráticos son cada vez menos aceptados.

Los jugadores buscan alguien que les guíe, les inspire y saque lo mejor de ellos mismos.

Tomamos decisiones emocionalmente y luego justificamos con nuestras razones.

Los grandes líderes son personas que saben manejar las emociones de los demás.

 

El liderazgo son actividades aprendidas. Son fundamentales los modelos y las vivencias que tenemos en la vida.

Las personas que hemos tenido a nuestro alrededor nos ayudan a ser líderes o no. Pero podemos aprender de lo que no tenemos.

La inteligencia emocional es la base del liderazgo.

Saber donde está la fuente de motivación de cada uno es una de las bases de la inteligencia emocional.

Hay muchas cosas que influyen en el rendimiento. Una parte muy importante que tenemos olvidada es el clima emocional. Es como nos sentimos de bien y de dispuestos a luchar por el equipo. Este clima emocional es responsabilidad del entrenador.

La forma de liderar importa en el resultado.

Nos podemos considerar víctimas de una situación…o actor que actúa. Los entrenadores podemos hacer mucho por el clima del equipo. Nuestra importancia es la mayor en este clima y en los resultados del equipo.

Cada uno debe liderar desde su manera de ser, cada uno tenemos nuestro estilo.

 

¿Quién es el líder de mi equipo? ¿El entrenador o el capitán? ¿O los dos?… ¡Los dos! El entrenador fundamentalmente desde fuera y el entrenador desde dentro. Deben trabajar conjuntamente para el bien del equipo.

El líder es una persona a la que los demás siguen.
Para liderar es necesario tener la vista en un objetivo a largo plazo y la energía en objetivos a corto plazo, es decir, es necesario un doble foco.
No podemos obligar a liderar a una persona que no la gusta liderar.

 

Hay dos aspectos importantes del liderazgo:

– El líder es generador de emociones positiva (alegría, euforia, satisfacción). Habla de un futuro, un futuro positivo. Para ello debe dar visión. A todas las personas nos gustan y motivan las emociones positivas y por eso nos juntamos a la gente que nos las generan.

El optimismo es una característica del líder.

– El líder es generador de significados. Es la persona que tiene opinión y su opinión es la que vale.

Cuando el entrenador propone algo nuevo, si el capitán (líder) está de acuerdo habrá una buena aceptación del equipo.

Las cosas que suceden los jugadores las pueden ver de una manera o de otra.
El entrenador es el que mueve al equipo.

 

Para desarrollar el liderazgo del capitán:
– Hay que reconocer la capacidad del líder y pedirle colaboración. Es decir, reconocer su liderazgo y valorarlo.
– Hay también que animarle a tomar la responsabilidad de líder.
– Hay que ayudarle a reconocer cuales son sus fortalezas y cuales sus áreas de mejora. Necesitamos dar más mensajes positivos, basados en las fortalezas que en las áreas de mejora (70% a 30%).
– Debemos acordar con él objetivos de mejora del liderazgo y un plan de acción. El trabajo por objetivos es la base de la mejora. El principio de la temporada es un momento muy bueno para fijar objetivos.

El líder debe:
– Tomar conciencia de sus fortalezas para aprovecharlas.
– Identificar y reconocer las áreas de mejora.

No debemos dejar que una emoción nos atrape, pues no seremos capaces de tomar buenas decisiones.
Cuanta más confianza tengamos en nosotros mismos, más líder seremos.
Al líder no le cuesta reconocer que tiene fortalezas, pero también áreas de mejora.

La vocación de servicio es importante en el líder.
El líder se preocupa por que los demás sean más buenos.
El líder debe ayudar en la gestión de los conflictos.

 

Y una pregunta a hacernos para acabar: “¿Cuál es mi reto como entrenador para mejorar el liderazgo de mi equipo”?

 

Resumen realizado por Juan José Hernández Liras.
Entrenador superior de baloncesto.
Director técnico programa baloncesto Colegio San Agustín de Madrid

 

Publicada el:  29 Julio 2012 9:13 am

 

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