Se hizo larga la espera. Después de tres meses deshojando la margarita sobre si retirarse o no, Marc Gasol ya ha decidido. Jugará en Girona, en LEB Oro. El exjugador de Toronto, después de varias semanas entrenando con la plantilla, ha dado el paso y vestirá la camiseta de su club. Sí, su club, ya que es su fundador y presidente. Da el salto del despacho a las canchas para ayudar al equipo como mejor sabe.

La trayectoria del Girona esta temporada está siendo muy irregular, con siete derrotadas consecutivas y la destitución de Carles Marco, los de Fontajau necesitaban un revulsivo y nadie mejor que Marc Gasol, que regresa, quince años más tarde, a la ciudad que le consagró como jugador. Después de un año gris y sin casi oportunidades en el Barça, su presencia en el Mundial de 2006 y su gran actuación en la final, cambió su carrera.

Dio el salto al Akasvayu ese mismo verano y su crecimiento fue imparable, logrando, en su primera temporada, el título de la FIBA Eurocup. En su segunda temporada, vino su explosión, consiguiendo ser nombrado en 11 jornadas el MVP, haciéndose, finalmente, MVP de la fase regular. Había dejado de ser el hermano de Pau, para ser Marc Gasol. Su consagración llegaría con el fichaje por Memphis en el verano de 2008.

Su carrera cambió en Girona y por eso, no ha dudado en dónde quería jugar. “La opción de jugar en Girona fue la primera porque es lo que quería”, aunque a muchos aficionados les pudiese sorprender su decisión, Marc lo tiene claro: “La gente que realmente me conoce no se sorprendió por la decisión, porque saben de mis valores y lo que mueve a mí”. Todo un ejemplo.

Sobre la posibilidad de haber fichado por el Barça, algo que se especuló las últimas semanas, sobre todo después de las declaraciones de Juan Carlos Navarro, el mediano de los Gasol fue tajante: “no me lo llegué a plantear, no llegué a ese punto porque mi prioridad era Girona, cuando hablo con Navarro, hablo con un amigo, pero nunca di a entender que iría al Barça”.

Habrá que ver cómo se adapta, pero lo que es seguro es que va a suponer un gran salto para la competición. Esperemos que Marc acierte y la reflexión de Joaquín Sabina –“al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”– no se cumpla. De momento, ha contagiado de ilusión a toda una ciudad y una afición que espera volver a vibrar con el baloncesto.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

Foto: FEB

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