Los entrenadores recurrimos muchas veces en los entrenamientos a realizar ejercicios de contraataque de 11 o de superioridades de 3c2 y 2c1, en los que los jugadores, por diferentes motivos, no acaban tomando la mejor decisión y son incapaces de hacer efectiva esa superioridad numérica.

Vamos a ver alguna de las claves para que los jugadores puedan sacar más ventaja de estas situaciones. En primer lugar, el jugador con balón tiene que ser agresivo al aro y no frenarse hasta que le pare el defensor, ya sea en un 2c1 o en 3c2. Muchas veces vemos como el jugador con balón va más pendiente de pasar a su compañero que de atacar, lo que facilita la defensa e incluso permite al defensor anticiparse y robar el balón.

Una vez que el atacante con balón es frenado por el defensor, el objetivo es que el receptor ofrezca una buena salida al balón, tratando de ganar la espalda del defensor y buscando el espacio más cómodo para anotar. Hay jugadores que, en las superioridades, tienen tendencia a colocarse paralelos a línea de fondo a dos/tres metros del aro, dando un par de botes que facilitan la recuperación defensiva o acabando tirando desde ahí, con un peor porcentaje que si lo hiciesen debajo del aro y a tablero.

En el caso de que el atacante que recibe el balón no se encuentra en posiciones cercanas al aro, ha de tratar de recibir en movimiento y ser agresivo al aro, atacando por el lado contrario a donde recibe el balón, dando el menor número de botes posibles y echando el balón al suelo al recibir, ya que, muchas veces, los jugadores se ven tan solos y tienen tantas ganas de comerse el aro que cometen pasos de salida.

En las situaciones de 3c2, es importante que el ataque sobrecargue el juego. El jugador con balón tiene que tener siempre dos pases claros, que sean capaces de provocar un 1×0, y el receptor tiene que ser agresivo al aro, haciendo dudar a la defensa y aprovechando si se da esa segunda superioridad (2c1). Lo que tenemos que hacerles ver es que no pueden estar pasándose el balón de un lado al otro del campo sin intención de atacar porque la defensa se adapta y se generan las dudas en el ataque, lo que provoca que se acaben realizando malas selecciones de tiro.

Lo más importante en las superioridades es que los jugadores no se precipiten, pero que sepan que estas situaciones en un partido tienen un tiempo limitado, porque la defensa acaba recuperando y logrando la igualdad numérica. Hay muchas situaciones que, con una pequeña pausa, el jugador con balón ve la situación más clara y ventajosa para finalizar.

También hay que explicar a los jugadores que, en las ocasiones en las que tengan superioridad, tienen que generar las dudas de los defensores a través de las fintas, si lo que quieren es realizar un tiro cómodo, han de fintar el pase para que el defensor dé ese paso hacia su compañero que le permita armar el brazo. En caso de que quieran captar la atención del defensor, lo mejor es realizar una finta de tiro para atraerle y tener un pase más cómodo al compañero.

 

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket

 

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