El Campus JGBasket siempre apuesta por estar al día en todos los aspectos relacionados con el baloncesto. Las nuevas tecnologías y la comunicación son dos aspectos fundamentales, por eso, como novedad esta edición, los asistentes podrán disfrutar de la presencia de Pedro Bonofiglio. Su voz inconfundible lleva animando a los aficionados del Real Madrid de baloncesto durante las últimas trece temporadas, aunque los más jóvenes también le conozcan por su faceta como caster de eSports.

Con más de treinta y cinco años de trayectoria a sus espaldas, Bonofiglio, tratará de aportar durante la charla: Vivencias de la Voz del Basket, “su experiencia a nivel de comunicación, explicándoles cómo se genera ese ambiente con el público, el trabajo específico y los aspectos a tener en cuenta”, porque hay muchísimo trabajo detrás, “no es solo estar viendo el partido, hay que tener en cuenta el entorno, el momento, trataré de mostrarles todo lo que se ve y, por supuesto, lo que no se ve”.

Su secreto para saber conectar con el público es “haber visto mucho baloncesto, porque no es que sea bueno, es que soy «viejo», conozco los tiempos del partido, oigo cómo respira la gente y me aprovecho de esa veteranía para saber dónde y cuándo tengo que apretar”. Los aficionados al baloncesto “son como los del heavy metal, muy fieles y entendidos y, ante eso, uno, como profesional, tiene que ser, sobre todo, respetuoso”. En definitiva, un público que sabe mucho, muy pasional, pero a la vez racional.

La última final ACB ha sido todo un espectáculo y contrasta con los peores momentos de la pandemia. Fueron meses muy feos que, como reconoce, “me costará olvidar, porque presentar a los jugadores sin que nadie aplaudiese, era muy triste. Trataba de fabricar un ambiente que no existía, pero era difícil. Parecía el típico partido de categorías inferiores en el que se oía el bote de balón”. De aquella época se le quedó grabado oír a Pablo Laso decir «Bien, bien, bien, bien», porque “nunca pensé que eso pudiese ocurrir, ya que en un partido normal, con el ruido y el ambiente que hay sería imposible y eso me quedó grabado a fuego”.

Parece que esa época ya ha pasado y los Barça-Madrid han tenido un ambiente prepandemia, “por fin, los aficionados del basket pueden disfrutar plenamente de este precioso deporte”. Esos derbis de máxima rivalidad para un speaker, “son los más fáciles de trabajar, la gente responde sola, es muy cómodo, uno solo tiene que acompañar en esos encuentros”. Todo lo contrario que en partidos donde hay menos público o las expectativas no son tan grandes, “ahí sí que hay que rebuscar un poco más y tratar de enganchar al público”.

Parece inevitable comparar el ambiente del baloncesto europeo con el de la NBA y, aunque es partidario de copiar algunas de sus ideas, no todo es extrapolable, ya que hay cosas que se puedan adaptar y otras que no, principalmente, porque “las aficiones no son comparables, tienen otra mentalidad, en Europa se vive más el juego y sufren mucho más con las derrotas”. Por eso, el espectáculo de la NBA, tanto en las horas previas como durante los partidos, está planteado para “gente que piensa de una manera distinta y tenemos que ser conscientes del público que tenemos y saber diferenciar entre lo que quiere y lo que no, adaptándonos a ellos”. Eso lo hace a la perfección Pedro Bonofiglio al que, por fin, hemos podido poner cara después de haber escuchado tantas veces a esta gran Voz del Basket.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

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