Los casos recientes de Naomi Osaka o Simone Biles han puesto de relieve la necesidad de realizar un trabajo específico en lo que a preparación psicológica se refiere, ya que, por mucho que el deportista llegue físicamente preparado para la competición, si la mente no funciona, lo demás no importa. Además, la exposición mediática y las redes sociales ejercen, en los últimos años, una presión extra.
Aprovechando su dilatada experiencia como entrenador, psicólogo y profesor en el deporte de alto rendimiento, José María, “Chema”, Buceta ha publicado Psicología del Deporte de alto rendimiento para tratar de acabar con el tabú que sigue persiguiendo al deportista por ir al psicólogo, porque para lograr rendir al máximo no es suficiente que los deportistas desarrollen habilidades técnicas, tácticas y físicas, también tienen que trabajar el aspecto mental para optimizar el rendimiento en un entorno tan exigente y competitivo.
En el libro, Buceta aborda aquellos aspectos psicológicos que influyen en la salud y el rendimiento de los deportistas de élite, tratando de explicar cuáles son sus necesidades psicológicas y qué estrategias y técnicas se pueden aplicar para optimizar su funcionamiento mental, ayudándoles a desarrollar habilidades para afrontar las dificultades que puedan ir surgiendo durante las competiciones.
Desde cada vez más jóvenes, los deportistas empiezan a competir en la élite, lo que conlleva una gran presión que muchos no saben administrar. En el alto rendimiento, por desgracia, solo vale ganar y, a lo largo de la trayectoria de un deportista, son muchísimos más los fracasos que los éxitos. De ahí que sea fundamental que aprendan a gestionar las situaciones adversas (derrotas, lesiones, bajo rendimiento, escasa confianza del entrenador…), pero también los éxitos, ya que pueden provocar un exceso de confianza o relajación.
Una de las técnicas psicológicas más aplicadas en el deporte de alto rendimiento consiste en establecer objetivos. Eso sí, tienen que ser atractivos y alcanzables. Tan negativo es que sean fáciles de conseguir como inalcanzables, por eso es fundamental que se tengan en cuenta los parámetros objetivos como las preferencias y percepción de los deportistas. Es importante también ir estableciendo objetivos intermedios para saber si la evolución para alcanzar la meta establecida va por el buen camino.
En una época de tanta exigencia, Psicología del Deporte de alto rendimiento es una manual indispensable para aquellos entrenadores que quieren ampliar sus métodos para trabajar el aspecto psicológico. No podemos olvidar que aunque, en este caso, estemos hablando de alto rendimiento, los deportistas, independientemente del nivel al que jueguen, también se sienten presionados y los entrenadores tenemos que saber gestionar esas situaciones y ayudarles a superarlas.
Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket