Lo vivido en la noche de ayer, noche de Reyes, en el WiZink Center fue una auténtica oda al baloncesto. Una de tantas odas a las que, por cierto, nos tiene acostumbrados el Real Madrid Baloncesto.
Y es que los más de 8.000 afortunados espectadores que presenciamos en directo el partido de la jornada 19 de la Euroleague entre el Real Madrid y el Anadolu Efes disfrutamos de más de tres horas de auténtico baloncesto, de una lucha encarnizada entre dos rivales (los dos últimos campeones de la competición, que por algo será) que lo dieron todo por la victoria, hasta la última gota de sudor, hasta el último aliento. Pero además no todo se basó exclusivamente en el esfuerzo y la actitud, que ya de por si es admirable, si no que a la vez se derrochó una cantidad de talento y calidad por la cancha que hicieron que se viviera una noche mágica de auténtico baloncesto.
Cuatro prórrogas hicieron falta para decidir el vencedor del inolvidable encuentro, que al final fue el Real Madrid por un tanteo de ¡130-126! En un partido que tuvo de todo lo que hace grande a este maravilloso deporte: calidad, tensión, emoción, alternativas, diversión, canastas imposibles… y, sobre todo, deportividad, cuya mejor muestra refleja el impresionante abrazo que se dieron al final del encuentro los dos entrenadores, Erdem Can y Chus Mateo.
Y el WiZink vibrando como nunca. No era para menos. Este año la afición madridista está volviendo al Palacio porque se divierte, porque ve buen baloncesto y eso a pesar de los precios. Pero vayamos al baloncesto.
Ayer el Real Madrid supo leer el partido para agarrarse a él una y otra vez. Porque ayer los turcos del Anadolu Efes lo bordaron. De la mano de un extraordinario Larkin (qué jugador, qué gusto da verle jugar), bien acompañado por Thompson, Daum y Bryant, con las clásicas apariciones intermitentes de Beaubois y con el trabajo interior de Jones, Pleiss y Oturu impusieron un ritmo de juego que consiguió sacar de la comodidad con la que llevan jugando toda la temporada los blancos, asestándoles arreón tras arreón.
Pero este Real Madrid tiene tantas versiones… Es capaz de reinventarse una y otra vez. Pero, sobre todo, tiene una fe y una confianza en sí mismo que es digna de enseñar en cualquier máster de gestión de equipos.
Lo que está dando Causeur este año a nivel defensivo es digno de estudio (ya nadie se acuerda de Taylor), como la presencia que imparte Facu Campazzo o la cantidad de imponderables que aporta Edy Tavares aparte de sus puntos, sus asistencias, sus rebotes y sus tapones (y eso que ayer no fue de los mejores partidos de ninguno los dos) Pero lo de Musa y Hezonja merece párrafo aparte.
Musa es un jugador de baloncesto de los elegidos. Y es una bendición para quienes hemos tenido la suerte de ver jugar en directo a su compatriota bosnio Mirza Delibasic, porque cada noche que Musa compite no hace más que traernos a la memoria al bueno de Mirza. He visto a muy pocos jugadores con su capacidad para penetrar a canasta, con cambios de ritmo explosivos y una técnica refinada. Por no hablar de su eficacia en el tiro. Y en el Real Madrid está asistiendo y defendiendo cada día mejor. Ayer nos deleitó con 40 puntos.
Y Mario Hezonja. Yo tengo debilidad por este jugador. Qué elegancia, qué arte, qué técnica… Cómo sabe estar en la cancha, cómo lee cada situación, cómo aprovecha cada ventaja… Y cómo se entrega al equipo. Estoy convencido de que por su carácter, si se siente reconocido y confortable en un equipo rinde a la perfección. Y en el Real Madrid lo está.
Y ayer estos cinco jugadores fueron el sustento del Real Madrid, que rotó mucho menos de lo habitual por exigencias del guion. Ellos fueron capaces, casi arrastrándote literalmente por la cancha en la cuarta prórroga, de no desfallecer y aguantar las embestidas de los turcos para logra una victoria histórica.
Y, para más inri, un partido memorable como este dejó unos cuantos récords para los anales del baloncesto:
- Primer partido de Euroleague que llega no ya a las tres, si no a las cuatro prórrogas.
- Más minutos disputados por un jugador: Shane Larkin, con 53:11.
- Anotación más alta de un equipo: Real Madrid, con 130 puntos.
- Anotación más alta sumando los dos equipos: 256 puntos entre Real Madrid y Anadolu Efes.
- Máxima anotación de un jugador del Real Madrid en Euroleague: Dzanan Musa con 40 puntos.
Así que hay que enmarcar la ficha técnica de este histórico partido:
REAL MADRID – 130: Facundo Campazzo 25p, Fabien Causeur 5p, Dzanen Musa 40p, Mario Hezonja 31p, Edy Tavares 20p, Sergi Llull 0p, Vincent Poirier 5p, Ely John Ndiaye 0p, Alberto Abalde 0p, Sergio Rodríguez 2p y Guerschon Yabusele 2p. Ent.: Chus Mateo.
ANADOLU EFES – 126: Thompson 21p, Beaubois 10p, Bryant 13p, Daum 15p, Pleiss 13p, Jones 7p, Oturu 14p y Larkin 32p. Ent.: Erdem Can.
PARCIALES: 25-18, 13-18, 26-25, 17-20, 10-10, 11-11, 9-9 y 19-15.
ÁRBITROS: Boltauzer, Vyklicky y Silva. Eliminados por faltas personales: Campazzo en el Real Madrid y a Bryant en el Anadolu Efes.
El Real Madrid sigue escribiendo su historia, que es la historia del baloncesto.
Por Juan Carlos García Pérez.
Entrenador superior de baloncesto. Autor del libro Sentido y Sensibilidad de un madridista
Colaborador JGBasket
Video highlights partido. Real Madrid Baloncesto